¡Héroes Anónimos en Acción! Telefonistas Tuxpeños de TELMEX Contribuyen a la Reconstrucción de Acapulco tras el Huracán Otis
Acapulco, Guerrero | En el resquicio de la calamidad desatada por el Huracán Otis, un cuarteto de héroes anónimos emerge de las sombras para tejer esperanza en la devastada Acapulco. En este escenario de desolación, Jorge Cruz Neri, Jesús Obed Díaz Hernández, Sergio Villegas y Gerardo del Ángel Hernández, cuatro técnicos telefonistas de Tuxpan, Veracruz, despliegan sus habilidades y corazones para restaurar lo que el viento y la furia han arrebatado.
Los hombres de las líneas, empleados de la titánica TELMEX, respondieron al llamado de solidaridad en un instante crítico. Su tarea: desenredar los nudos de cables rotos y reconectar la esencia misma de Acapulco, sus redes de fibra óptica y comunicaciones móviles. En una misión donde cada conexión restaurada significa un suspiro de alivio para los habitantes, estos cuatro forasteros se sumergen en el corazón del caos con una misión clara: devolver la voz a los que la tormenta ha silenciado.
Comex
Bajo la sombra ominosa de lo que dejó el huracán, Cruz, Díaz, Villegas y del Ángel se integraron al frente de batalla, donde las compañías globales convergen en un ballet caótico para reconstruir la infraestructura destrozada. Se espera que para el 22 de noviembre, estos artesanos modernos hayan tejido nuevamente las redes rotas, restituyendo a Acapulco su capacidad de comunicarse al 100%.
El esfuerzo de estos cuatro guerreros de las comunicaciones no solo yace en la destreza técnica, sino en la voluntad indomable de brindar alivio en la hora más oscura. Son los albañiles invisibles de una conexión que une a una comunidad en su dolor y en su resiliencia.
En la penumbra de la tragedia, la nación entera dirige su mirada haciatodos los protagonistas anónimos. En las calles polvorientas de Acapulco, bajo cualquier condición, se entreteje un tapiz de agradecimiento que los vientos de la adversidad no podrán desgarrar.
Que el retorno de Jorge, Jesús, Sergio y Gerardo a Tuxpan esté marcado por la huella indeleble de la solidaridad, un testimonio de que, en medio de la tormenta, siempre hay luz en las manos de aquellos dispuestos a reconstruir.
LA ROCA SERVIFERRE