Con el adiós a la Policía Vial, Tuxpan inicia el mes del amor sin abusos ni ilegalidad
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Tuxpan, Veracruz | Desde el pasado lunes 3 de febrero, la Policía Vial de Tuxpan ha dejado de existir oficialmente. La disolución de esta corporación, que operaba sin sustento legal y con múltiples denuncias por abuso de autoridad, marca el inicio de un febrero distinto para los tuxpeños, con la esperanza de un tránsito más ordenado y justo.
La Policía Vial fue instaurada en 2024, pero sin la aprobación del Cabildo municipal ni respaldo en el Reglamento de Policía y Tránsito de Tuxpan, lo que desde el inicio la convirtió en un ente irregular.
De acuerdo con la normatividad vigente, en su Libro Segundo, Capítulo Primero, Artículo 12, Apartado B, y en el Libro Tercero, Capítulo Primero, Artículo 29, no existe mención alguna de una Policía Vial, y el Artículo 178 establece que solo los Agentes de Tránsito pueden sancionar a los ciudadanos -por cuestiones de tránsito vehícular-.
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Esto significa que la creación de esta corporación careció de legalidad, ya que para su funcionamiento debió haberse reformado el reglamento, aprobado en Cabildo y publicado en la Gaceta Oficial del Estado como una reforma de los reglamentos municipales, algo que nunca ocurrió.
Desde su aparición, la Policía Vial acumuló quejas por presuntos actos de corrupción y abuso de autoridad.
Ciudadanos tuxpeños denunciaron la instalación de retenes ilegales en distintos puntos de la ciudad y en las entradas del puerto. En lugar de aplicar operativos de alcoholímetro legítimos, los elementos extorsionaban a los conductores, exigiendo pagos de 300 a 2,000 pesos para evitar infracciones inexistentes.
Además, se descubrió que varios agentes ni siquiera tenían licencia de conducir, operaban sin reglamentos actualizados y utilizaban folios de infracción sin validez legal, lo que ponía en duda su capacitación y verdadera función.
La falta de supervisión y el descontrol generaron una creciente indignación en la ciudadanía, pero fue hasta que la nueva administración municipal, encabezada por Jesús Fomperoza Torres, decidió no continuar solapando las irregularidades, que finalmente se procedió a la disolución de la corporación.
Con su desaparición, los 14 elementos que conformaban la Policía Vial fueron reubicados: algunos regresaron a la Policía Municipal y otros fueron asignados a Tránsito Municipal.
Las motocicletas que utilizaban fueron repartidas entre ambas corporaciones, mientras que el armamento quedó en resguardo de la Policía Municipal para evitar un uso indebido.
La desaparición de la Policía Vial marca un precedente en Tuxpan y deja una lección clara: las decisiones deben tomarse con transparencia y dentro del marco legal. Ahora, la ciudadanía espera que el tránsito en la ciudad se regule con orden y sin los atropellos que marcaron el paso de esta corporación.
Con este acto, Tuxpan inicia el mes del amor con un respiro de justicia, cerrando un capítulo de abusos y dando paso a una administración que, al menos en este caso, ha decidido hacer valer la ley.
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