Choque en el Bulevar y Aquiles Serdán deja un herido leve

Tuxpan, Veracruz | La tarde de ayer caía lenta en el bulevar Demetrio Ruiz Malerva, pintando con su luz naranja el asfalto caliente y los autos que pasaban de prisa. Pero a las 16:30 horas, en la esquina con Aquiles Serdán, algo se rompió. Un Jetta azul, elegante pero fuera de su tiempo, avanzaba sin detenerse, sin mirar las luces rojas que, como siempre, le decían al mundo cuándo parar. Detrás del volante, Fernando «E», un hombre de 47 años con los ojos fijos y la mandíbula tensa, parecía ignorar el aviso, o tal vez creía que era inmune a las reglas. Y así fue hasta que el metal habló: el Jetta se estampó contra el taxi #1390, un Spark blanco con rojo, un guerrero del transporte público conducido por Felipe «V», un hombre de 36 años que conocía bien cada calle, cada semáforo y cada cliente.

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El impacto fue seco, rápido, como una pelea corta. No hubo sangre, no hubo gritos, solo el crujir del metal y la sacudida de dos vidas cruzadas en una esquina cualquiera. Felipe, aún aturdido, salió tambaleante, revisando su taxi abollado. Fernando miraba el horizonte, su mirada ausente, sin un solo rasguño que contar. Un choque con un lesionado leve, dirían después en los papeles, pero para los involucrados, fue algo más. Fue la advertencia silenciosa de una tarde que, por unos minutos, decidió poner a prueba los límites del hombre y su máquina. En Tuxpan, las esquinas guardan historias, y esta, como tantas otras, es solo una de ellas.

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