BENEDICTO EN TUXPAN

Durante su visita papal a México, Ratzinger, cansado de tanto protocolo y alabanza se decide romper un rato las reglas y venir a Tuxpan. Cuando llega a Tuxpan, ahí en la virgencita, le dice al chofer:

-Hijo mío… tengo ganas de romper un poco el protocolo… ¿serias tan gentil de dejarme manejar mientras tú te pasas atrás para descansar?…

Nadie puede negarle nada al papa ¿verdad? Y así hicieron, imágenes ustedes al papa manejando tremenda limusina de vidrios polarizados y demás… un poco olvidado del arte de conducir, el papa va por el boulevard pasándose todos los semáforos a exceso de velocidad, haciendo caso omiso a los pasos zebra, y casi atropella al de transito enanito ese que está por el mercado…

Se le pega atrás una patrulla y Gilberto Alvarado (que en aquella época era el todólogo de transito… dicen que esta se MORDIA SOLITO) lo detiene…

El papa baja su venta, y al verlo, el delegado de transito se asombra y sin decir nada regresa a su vehículo, toma la radio y se produce el siguiente dialogo:

Gilberto: PERRO MAYOR A MADRIGUERA, cambio.

JUAN R: Si, PERRO MAYOR, ¿Qué sucede?, cambio.

Gilberto: Detuve a un tipo que parece muy influyente y poderoso y no sé cómo proceder. Cambio.

JUAN R: Pues haz lo común y pídele una mordida, cambio.

Gilberto: No, es que este tipo debe ser influyente y no me quiero meter en pedos, cambio.

JUAN R: ¡Ah chinga!  ¿Y quién madres es? ¿Un narco o qué?, cambio.

Gilberto: ¡No cabrón!, ¡creo que es mucho más pesado que cualquier narco!, cambio.

JUAN R: ¡Ah chinga!, ¿y entonces es “Cisne” o quién? Cambio.

Gilberto: ¡no hombre!, en serio, ¡ese mono es menso al lado de este señor! Cambio.

JUAN R: ¿y entonces que chingados es? Cambio.

Gilberto: ¡Hay cabron! No sé, pero… ¡se me hace que es Dios!

JUAN R: ¡No mames cabron! ¿Estas pedo o que chingaos te pasa? ¡Apenas son las 10 de la mañana y ya fuiste con la chicharrona! ¿Cómo que Dios?, cambio.

Gilberto: ¿pues a quien crees que trae de chofer?, ¡¡NADA MÁS Y NADA MENOS QUE AL PAPA!!