Vesperalgia: El que desperdicia su tiempo también desperdicia su vida

Mientras revisas y respondes dos correos electrónicos, te llegan tres. Cuando revisas los tres que llegaron ya te respondieron los dos emails anteriores… Y te entretienen los Whatsapps. A veces estas con tu pareja y ella está inmiscuida en una plática de amigos en su inteligentófono… 

Se puede perder el tiempo de diferentes maneras, en mi caso siento que lo perdí al leer y tratar de entender Vesperalgia. Hay muchas maneras de perder el tiempo y el dinero. Y como lo dicta el titulo de esta pequeña opinión: Desperdiciar el tiempo es sinónimo de desperdiciar la vida.

Verperalgia es una palabra inventada para el titulo del libro de poemas del ahora Diputado Plurinominal Marco Medina Pérez, que proviene de la palabra Vesperal que significa algo así como cosas de la tarde, o relacionadas con la tarde. Lo entiendo algo así como una Nostalgia por la tarde.

Soy el afortunado poseedor de una segunda edición de este libro de poemas a la tarde, que salió apenas este diciembre de 2018 en su segunda edición, regalado de la mano de la regidora Beatriz Piña en una conferencia de prensa que dio el diputado en el famoso Restaurante Antonio´s aquí en la ciudad de Tuxpan.

Mientras escribo estas lineas, recuerdo perfectamente como si fuera antier como entre risas y cotorreo comenzamos a leer el libro Rossy y yo camino a Tihuatlan. Ella lo leía, lo interpretaba y yo escuchaba los poemas de Marco. 

Me preguntó: ¿Lo puedo rayar?, a lo que le contesté que todos mis libros son en sí un bloc de notas, así que procedió a hacer sus anotaciones sobre el papel amarillento de esta edición de 62 páginas.

X. La lluvia se resiste a ceder, cae inútilmente. Cae. Se precipita sobre el teclado de la Remington 20 y borra toda huella de tu paso en el papel.

Y bueno, pues que les digo, El libro de poemas del ocaso quedo rayado entre anotaciones y correcciones ortográficas. Al llegar a Tihuatlán nos dimos cuenta que desperdiciamos media hora de nuestra vida. 

La lectura de este libro no nos dejó absolutamente nada. Eso si, aprendimos un poquito de lo que pensaba el diputado en sus años mozos, con su miedo a que llegue la noche y el rastro de su oscuro pasado en los atardeceres de Santiago de la Peña.

Nunca supimos en realidad si el homenaje de estas tardes que describe en su obra estaban dedicadas a una mujer, o tal vez a un hombre… No se. Si leen el libro desde la primer página hasta la última se darán cuenta de que incluso hay un momento en el que se enoja con (lo voy a llamar así) su amor platónico; claro, después se contenta. Es una lectura rápida, de hecho tardamos media hora por las risas que traíamos.

Nos llamó la atención la cantidad de veces que repite la palabra Trémulo (que es un adjetivo que se emplea para calificar un temblor con connotaciones de índole sexual o violentas) y la forma en que conjuga esas palabras rebuscadas que cual adolescente le urgía utilizar.

Estamos hechos de tiempo, de horas; hay un dicho que dicta «No es la edad, es el kilometraje» refiriéndose a la cantidad de cosas que hemos hecho con el tiempo… Así que no les recomiendo para nada que lo pierdan leyendo Vesperalgia. Mejor lean el libro vaquero. Tal vez al menos les de alguna idea de como piropear a una chica en el parque.

¡Si el río hablara!… En fin.

Lo mas importante de la vida es ESTAR VIVO.