Tuxpan despide en silencio a Fernando, el jubilado que murió en el río
Tuxpan, Veracruz | La tarde del miércoles 16 de abril, el río Tuxpan guardó un silencio diferente. No era el rumor habitual de sus aguas ni el murmullo del viento entre los árboles. Era el silencio de una despedida. El cuerpo de Fernando Pardo Silva, de 78 años, flotaba sin vida a la altura del bulevar Independencia, en pleno corazón de la ciudad que lo vio trabajar, caminar y envejecer.
Fernando era jubilado de Petróleos Mexicanos. Había dedicado décadas de su vida a la empresa, como tantos otros hombres de su generación, con la esperanza de una vejez tranquila. Vivía en la colonia Franco Cruz Gómez, conocida por muchos como “La Petrolera”, donde los vecinos aún recuerdan su andar pausado y su saludo amable.
El Diamante
Fue un peatón quien lo vio por última vez, sin aliento, a merced de la corriente. El hallazgo movilizó a policías, rescatistas y peritos. El cuerpo fue recuperado y llevado al SEMEFO, donde confirmaron lo que ya se temía: no había señales de violencia, pero tampoco respuestas.
La Fiscalía ha iniciado una investigación, pero las preguntas que más duelen no se contestan con peritajes: ¿Estaba solo? ¿Qué lo llevó al río esa tarde? ¿Quién lo esperaba en casa?
Hoy, Tuxpan lo llora en voz baja. Un hombre sencillo, un rostro conocido en las calles del centro, se ha ido sin un adiós. El río, testigo mudo de tantos pasajes de la vida tuxpeña, se lo llevó como si quisiera abrazarlo en su último viaje. La muerte que es celosa y es mujer, se encaprichó con él y lo llevó a vivir siempre con ella.
Y mientras la justicia hace su trabajo, la ciudad entera se queda con el nudo en la garganta, esperando que la verdad llegue… aunque ya sea demasiado tarde.
Descanse en Paz.