
TOMZA y sus seguros de Papel: El costo de la tragedia lo pagan los capitalinos
Ciudad de México.— La explosión de una pipa de Silza Gas, filial del Grupo Tomza, dejó hasta ahora más de una decena de muertos y decenas de lesionados. Aunque la empresa asegura que sí contaba con pólizas de seguro vigentes, la realidad es que hasta el momento ninguna ha sido aplicada: todos los heridos fueron atendidos en hospitales públicos y las indemnizaciones han salido del erario de la Ciudad de México.
Contradicción entre discurso y realidad
En un comunicado, Silza afirmó tener tres pólizas activas que cubrirían daños a terceros, responsabilidad civil y daño ambiental. Sin embargo, la ASEA —dependiente de SEMARNAT— informó que no hay registro vigente de esas pólizas en sus permisos de transporte, e incluso reveló que la cobertura de la planta de Tomza en Tuxpan venció el 12 de junio de 2025 y la renovación fue desechada.
La contradicción es clara: la empresa dice estar asegurada, pero en los hechos las aseguradoras no han cubierto ni un peso de los gastos inmediatos.
El peso sobre el Estado
En hospitales públicos de la capital se concentran los lesionados, varios con quemaduras de segundo y tercer grado. Ninguno ha sido canalizado a clínicas privadas, como correspondería si hubiera un seguro operando. Además, el Gobierno de la CDMX anunció que las primeras indemnizaciones y apoyos económicos se entregan con recursos propios.
De esta manera, el doble golpe recae sobre la ciudadanía: los afectados reciben atención tardía y limitada, y los contribuyentes terminan financiando el desastre provocado por una empresa privada.
Riesgo de impunidad
El vacío jurídico permite que las aseguradoras pospongan o nieguen coberturas bajo el argumento de que no existía registro oficial de las pólizas. Mientras tanto, Grupo Tomza se deslinda de responsabilidades inmediatas y las víctimas esperan.
La Fiscalía de la CDMX investiga homicidio culposo, lesiones y daños, pero los procesos judiciales suelen ser largos, y las familias afectadas difícilmente verán justicia pronta.
Más allá de la pipa
Este no es un caso aislado. Grupo Tomza, propiedad del empresario Tomás Zaragoza Ito, cuenta con 101 plantas, 5 terminales terrestres y 2 marítimas, y ha estado involucrado en otros accidentes con sus pipas. La magnitud de sus operaciones contrasta con la fragilidad de sus controles de seguridad y la opacidad en torno a sus seguros.
El drama de Iztapalapa no solo expone la tragedia de las víctimas, sino la ineficacia de un sistema regulatorio que permite a empresas presumir pólizas “vigentes” que en los hechos no protegen a nadie. Mientras tanto, el sector público cubre la factura, y la ciudadanía paga dos veces: con sus impuestos y con la incertidumbre de vivir junto a instalaciones de alto riesgo.