Tamiahua pierde su reinado como ‘La Capital del Marisco’ ante el auge de Tampico Alto

En medio del rico aroma marino que envuelve a Tamiahua, un hecho preocupante emerge: la falta de acción de su alcaldesa, Guadalupe Rodríguez Torres, para preservar el título de «La Capital del Marisco».

Mientras tanto, la marea de oportunidades se desplaza hacia Tampico Alto, donde el ostión fluye en abundancia y se convierte en la nueva fuente de abastecimiento para los amantes del marisco en Tamiahua.

Es evidente que la alcaldesa ha relegado su responsabilidad local en favor de los intereses electorales para la gubernatura. Esta falta de atención a su municipio es un descuido imperdonable que deja a Tamiahua a la deriva, mientras la alcaldesa se sumerge por completo en la vorágine política.

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La Cooperativa La Ribera en Tampico Alto se convierte en el epicentro de esta migración marina, enviando diariamente cantidades significativas de ostiones hacia Tamiahua. Sin embargo, este flujo de mariscos hacia Tamiahua no debería ser motivo de celebración, sino más bien un recordatorio de la incapacidad de la alcaldesa para proteger los intereses locales.

Mientras tanto, la alcaldesa parece estar sumida en un letargo político, ignorando las necesidades urgentes de su comunidad en pos de sus ambiciones personales. Este descuido se vuelve aún más crítico al considerar que su mandato está llegando a su fin, dejando atrás un legado de indiferencia hacia el bienestar de su municipio.

El testimonio del presidente de la Sociedad Cooperativa Pesquera de La Ribera en Tampico Alto es revelador. El flujo constante de ostiones hacia Tamiahua refleja la demanda persistente de mariscos en la región, pero también señala la falta de iniciativa local para fomentar la producción y comercialización dentro del propio municipio.

En mi opinión, es hora de que los ciudadanos de Tamiahua exijan un liderazgo comprometido con el desarrollo local y la preservación de su identidad como «La Capital del Marisco». La inacción de la alcaldesa no solo pone en riesgo la reputación de Tamiahua, sino también el sustento de los pescadores y comerciantes locales. Es tiempo de recuperar el esplendor perdido y asegurar que el futuro de Tamiahua esté lleno de oportunidades, no de oportunismos políticos.

Dr. Miguel Alcántar Rodríguez