¿Quien fue Papá Noel?

Por: Olallo Rubio

Para mucha gente la temporada decembrina es la más emotiva del año. Las reuniones familiares nos recuerdan a los seres queridos que ya no están, desde un familiar o amigo que falleció hasta una pareja sentimental, una ex novia o ex novio… La temporada navideña provoca un inevitable sentimiento nostálgico.

Esta temporada nos transmite mensajes que incitan a la reflexión… Y la reflexión, puede llevarlos a la DEPRESIÓN. De acuerdo con algunos psicólogos existen dos clases de depresión: una es la traumática y la pos-traumática y  esta puede presentarse después de un accidente muy fuerte, que deja consecuencias. Padecer una enfermedad terminal, la muerte de un ser querido, entre muchos otros eventos desagradables. La otra es la depresión de tipo endógena, la cual es independiente y orgánica.

En pocas palabras, se trata de una enfermedad que no fue provocada por un suceso impactante y negativo, la persona esta triste y pesimista. La depresión es un estado de abatimiento e imbecilidad (¡perdón!, ¡infelicidad!)

Es un estado que puede ser transitorio o permanente, en la mayoría de los casos, el paciente y aquellos que lo rodean lo describen como “derribado”, “socavado en su potencialidad”. La base de sustentación afectiva del paciente es debilitada y su eje de acción usual es desplazado. La depresión es uno de los más importantes depredadores de la felicidad humana.

En la época navideña se presentan varios casos de depresión, y además, la depresión endógena puede ser contagiosa. ¡La navidad es peligrosa! ¡La navidad es nociva para la salud!, Santa Clos, los renos, los arbolitos de navidad y sobre todo los villancicos, SON DEPRESIVOS. Se supone que son fiestas, pero ¡TODO ES MELANCOLÍA!

Diciembre es el mes en el que se gasta más dinero prácticamente en todos los países de este continente.

México (cómo todos sabemos) sufre una interminable colonización y nos encanta imitar todos los hábitos de consumo de nuestros vecinos ricos del norte, en este mes, los gringos gastan 942 dólares en promedio en productos relacionados con la navidad; según American Research Group, que condujo un sondeo de 1,100 personas el año pasado, los gringos gastaran (cada uno) 942 dólares para las fiestas de navidad y fin de año, aunque esta cantidad fue 4% inferior a la obtenida por ese encuestador hace dos años, muchos gringos declararon que comprarán únicamente artículos en oferta esta navidad.

Para el ciudadano promedio, no es fácil resistir a las presiones y seducciones consumistas… los presupuestos publicitarios aumentan exponencial y geométricamente en diciembre, las tiendas ofrecen horarios más largos y de hecho la navidad comienza cada año más pronto. ¡Este año comenzó en AGOSTO!

Después de todo es una sociedad de consumo ejemplar, las dos terceras partes del PIB de Estados Unidos provienen del consumo (y nosotros quisiéramos ir para allá), estamos hablando del 70%, mucho más que cualquier otro país en el mundo. 

La Navidad es contra-revolucionaria. La navidad es una fiesta cristiana, y por lo tanto es enemiga de la causa obrera, y todos somos en cierta forma “obreros”,  todos somos proletarios y la navidad es nuestra principal enemiga, pero sobre todo: ¡LA NAVIDAD ES UNA CELEBRACIÓN CAPITALISTA!.

Así es, de igual forma que el cristianismo no es más que un montaje urdido por las clases privilegiadas de la antigüedad para someter al proletariado, ¡la navidad no tiene otro objetivo más que exprimir las últimas gotas de plusvalía que el crudo sistema capitalista había dejado escapar!

Ahora sí: ¿Quién fue Papá Noel?  (¡chale! Me saca de onda eso de decirle: papá Noel, como que está muy raro… ¡Se dice Santa Clos!)

¿Quién fue Papá Noel, Santa Clos o San Nicolás?

En ciertas regiones lo conocen como San Nicolás. En otras, como Santa Clos (o Santo Clos, en Tijuana),  Papá Noel o el Viejito Pascuero (no de cuero, si no de Pascuas), pero en algunos puntos se le conoce como una marca registrada de Coca Cola Company, uno de los símbolos más representativos del capitalismo, junto con Miki Maus y Macdonals, (¡ahí esta! Santa con Miki y Ronald Macdonald!) Pero, ¿dónde surgió la costumbre de que a los niños los visite en noche buena con regalos y golosinas ese personaje barbudo y robusto vestido de rojo?

San Nicolás de Bari fue un santo muy popular que se cree que falleció el 6 de diciembre del año 345, sin embargo, como su día está cercano a la navidad se le recuerda en esa fecha, Santa Clos evolucionó del nombre del santo, en alemán: San Nikolaus; expone un famoso arzobispo de Constantinopla los datos biográficos de san Nicolás en los que dice que perteneció a una familia muy rica, nació en Licia, Turquía, y desde niño ayudó a los pobres repartiendo sus riquezas.

¡Santa Clos era un Junior!, ¡sí! Así como el hijo de Zedillo, así como los hijos de Salinas, como los hijos de Slim, ¡y los de Andrés Manuel! como toda esa banda… ¡Así era Santa!, fue consagrado sacerdote y profesaba en un monasterio, posteriormente fue nombrado Obispo en Mira,  Turquía, por esto, en oriente se le conoce como San Nicolás de Mira (o San Nicolás de “Ira”… depende si quieres omitir la consonante y ¡así has hablado toda tu vida…!) aunque cuando Turquía fue invadida por los mahometanos, algunos católicos llevaron en 1807, a este santo a Bari, a Italia (antigua Barium), y lo denominaron san Nicolás de Bari. También fue llamado El Magno.

Los creyentes le han rezado pidiendo milagros y dicen que su ayuda, llego al igual que la factura de la tarjeta de crédito. Desde el siglo VI se han construido muchísimos templos dedicados a este santo; es patrón de Rusia, de Grecia, de Turquía, ¡y de Atlanta! Dónde está la central de Coca Cola Company…

Los niños lo veneran desde la época en que vivió, pues ayudaba a los más necesitados y obsequiaba regalos y dulces.

También es venerado por los marineros del mediterráneo, pues dicen que aquieta las aguas en las tormentas y es muy atractivo físicamente, su pancita les parece sexy a todos los marineros…

Muchos fieles le rezan pidiéndole prosperidad, se dice que san Nicolás, santa clos, papá Noel o como quieran llamarlo, es el SANTO DEL DINERO…

¡pues vamos a rezarle un poquito! ¿no? ¡Vamos a prenderle una vela…!