MarAn’s Danza Tuxpan: El arte de volar en el Pole Dance
Antonio Arango/Forotuxpan
Tuxpan Veracruz/26 de abril de 2025
En el corazón vibrante de Tuxpan, donde el río parece acariciar las calles, existe un rincón en Galeana número cinco donde la gravedad pierde sus certezas y los cuerpos ascienden como aves resueltas a tocar el cielo: MarAn’s Danza Tuxpan, la nueva casa del Pole Dance en la región.
En una mañana tibia y luminosa, tuvimos la fortuna de encontrarnos con Ixchel Benítez, maestra y guardiana de esta arte aérea. Ixchel, que suma entre quince y veinte años de experiencia en el Pole Dance, trae consigo la escuela de los grandes escenarios de la Ciudad de México y de tierras donde la danza es religión: Papantla y Poza Rica. Desde febrero de este año, su sabiduría y energía florecen ahora también en Tuxpan.
“El Pole no es solo fuerza —nos dice, mientras ajusta la barra con gesto ceremonioso—; el Pole es arte, es resistencia, es también un grito de libertad”. Con movimientos precisos y palabras serenas, Ixchel nos explica que esta disciplina, aunque ya reconocida como deporte a nivel mundial, sigue luchando contra viejos prejuicios. A diferencia de lo que muchos imaginan, el uso de poca ropa no es capricho ni vanidad: es una necesidad técnica. Es la piel —esa frontera sutil entre el cuerpo y el mundo— la que se adhiere a la barra y sostiene figuras que desafían la lógica de la gravedad.
Velatorios Ángeles
La fuerza que requiere el Pole no se compra ni se improvisa: se forja, día a día, entrenando con el propio peso, aprendiendo a cargar los sueños en brazos de acero y voluntad de diamante. “Aquí no necesitas ser atleta para comenzar —dice Ixchel—; solo necesitas el deseo de superarte”.
En MarAn’s Danza Tuxpan, las clases de Pole Dance se imparten los sábados, abriendo una puerta para todos: hombres, mujeres, niños, quienes encuentren en la danza una forma de elevar su espíritu. Aunque aún en Tuxpan no ha tenido alumnos varones, en la capital del país Ixchel ha sido testigo de cómo esta disciplina abraza a todos por igual, sin distinción de género.
Entre sus logros, destaca su participación en eventos como Enigmatic Pole y su labor como presentadora en competencias de renombre. Ixchel no busca solo formar atletas; busca encender en cada alumno el fuego de la autoconfianza y la pasión por el movimiento.
Su invitación es clara y directa: “Dejen atrás las inhibiciones. El Pole Dance no es una exhibición; es un deporte integral que fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu. Cada figura lograda es una victoria sobre la gravedad… y sobre uno mismo”.
Más allá del Pole: un santuario para la danza
Aunque el Pole Dance es uno de los tesoros que ofrece MarAn’s Danza Tuxpan, este instituto es mucho más que una barra vertical. Aquí también laten con fuerza otras disciplinas que hacen vibrar el alma:
- Ballet clásico (predanza, técnicas PBT, puntas)
- Jazz
- Flex (flexibilidad y acondicionamiento)
- Acrodanza
- Danza Urbana
- Ballroom (baile de salón)
- Belly Dance (danza árabe)
- Aéreos (tela y aro)
Cada una de estas ramas ofrece a los alumnos un mundo de posibilidades para explorar su cuerpo y su arte, con maestros comprometidos en formar no solo bailarines, sino artistas de corazón entero.
En MarAn’s Danza Tuxpan, quien se atreve a entrar, pronto descubre que la danza no solo es movimiento: es también una forma luminosa de vivir.
Restaurant Del Mar
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