MANIFIESTO
Mi nombre es Antonio de Marco Arango Arango, a grandes rasgos mi vida profesional gira en torno a la tecnología y la publicidad, yo mismo no me considero “PERIODISTA” pues para ello se requiere de dotes y formación, mismas con las que no cuento, sin embargo al ser un ciudadano responsable de algún modo tengo que registrarme para así poder realizar mis pagos y declaraciones hacendarías, pues insisto, soy un ciudadano que gusta de cumplir con mi parte, y por lo tanto, al cumplir con mi responsabilidad gozo a la vez de un derecho. Muchos me llaman metiche, chismoso y otros tantos apelativos despectivos, no sé hasta qué punto las voces detractoras tengan razón en las etiquetas que me ponen, de lo que si tengo total certeza es de que soy un ser humano, soy un hombre, soy hijo, soy esposo, soy padre, soy ciudadano.
Todo lo anterior lo menciono bajo el contexto de que aun con defectos y carencias soy alguien vivo y así quiero permanecer, no quiero engrosar los expedientes de “PRENSA” desaparecida o finada, respeto a los compañeros del gremio aún cuando ellos no me consideren parte de él, sé de su compromiso con la labor informativa y les celebro por ser voces que resuenan.
Me aterra el hecho de sólo imaginar que por buscar una “nota exclusiva” (acto laboral que le da sustento a mi familia), pueda ser víctima de quienes están para salvaguardar mi integridad; el pasado 12 de noviembre al acudir a filmar una noticia que sucedía en flagrancia fui VÍCTIMA de un terrible abuso por parte de las autoridades municipales, trataron de retirarme con uso excesivo de fuerza, incrementando dicho acto ante mis cuestionamientos básicos del ¿cómo? y el ¿por qué? de dicha instrucción.
Fui agredido, esposado y privado de mi libertad de forma ilegal sin siquiera cumplir con cuestiones básicas en el proceso de “aprehensión”, es decir, no supe en ningún momento del proceso ¿Quién me arrestaba y bajo qué argumento? No tuvieron ni siquiera el respeto a la lectura de mis derechos. Acuso lo anterior bajo el marco de que legalmente un ciudadano debe ser tratado como inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Invito al Secretario de Seguridad Publica Municipal, a gestionar un programa conjunto con el INEA, para que así sus elementos puedan tener el básico acceso a la lectura, pues es el único argumento (el del analfabetismo) que encuentro viable para justificar el hecho de que por mero protocolo no cumplieran con la simple lectura de mis derechos.
Para concluir, informo por esta vía que como lo mencioné anteriormente, al ser un ciudadano responsable busqué las instancias correspondientes mismas donde interpuse una queja formal cuyo número de expediente quedó grabado con la nomenclatura FEDEYPC/16/2017, y que servirá como antecedente para que no se vuelva a cometer ningún atropello en contra de un servidor ni de ningún otro miembro del gremio, eso es actuar conforme a derecho.
Responsabilizo públicamente a las autoridades municipales de cualquier situación que atente contra mi integridad, la de mi familia y/o la de mis colaboradores, señalo como actores intelectuales a los mandos de las distintas corporaciones policíacas y como ejecutores a los subordinados de las mismas.
“Para un pueblo libre e informado, una prensa viva y respetada”.
Antonio Arango.