Le dan por DETROIT ROCK CITY a un ADO en BOCA DEL MONTE
versión de noticia clásica
Tuxpan, Veracruz – En un trágico accidente de tráfico ocurrido la tarde del domingo en la carretera Tuxpan-Tampico, dos hombres resultaron gravemente heridos después de colisionar por alcance con un autobús de pasajeros de la línea ADO y terminar fuera de la carretera.
Los heridos, identificados como José Arturo Lima Mendoza de 41 años y Pedro Santiago Gerardo de 59 años, viajaban en una camioneta Ford tipo Pick Up F150 de color rojo, cuando impactaron por alcance con el autobús de la línea ADO en el kilómetro 11 de la carretera, a la altura de la comunidad BOCA DEL MONTE. Según informes de la Policía Municipal, el conductor de la camioneta perdió el control después de la colisión y se salió de la carretera, cayendo a un desnivel de aproximadamente 5 metros de altura.
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Los paramédicos del Centro de Atención Médica Delta acudieron rápidamente a la escena del accidente y atendieron a los heridos. José Arturo Lima Mendoza fue encontrado dentro del vehículo, desorientado y poco cooperativo, presentando contusiones en el frontal, abrasiones y una contusión en el tórax anterior. Por su parte, Pedro Santiago Gerardo fue encontrado fuera del vehículo, en el suelo, semiconsciente y con aliento alcohólico. Ambos hombres fueron trasladados al Hospital Civil IMSS BIENESTAR Emilio Alcázar para recibir la atención médica necesaria.
El estado de salud de los heridos es reportado como reservado, debido a los traumatismos cranoencefálicos y múltiples contusiones que sufrieron en el accidente. Los informes médicos indican que ambos hombres presentaban signos de aliento alcohólico en el momento del accidente.
Elementos de la Guardia Nacional División Carreteras tomaron conocimiento del incidente y llevaron a cabo un peritaje en la escena. Los vehículos involucrados fueron enviados al corralón para los trámites legales correspondientes.
Este trágico accidente es un recordatorio de la importancia de conducir con precaución y respetar las normas de tráfico para evitar situaciones peligrosas en las carreteras.
NOTICIA VERSIÓN NOVELA NEGRA
Tuxpan, Veracruz – El sol del domingo estaba en su descenso, tejiendo sombras largas sobre la carretera Tuxpan-Tampico, cuando la vida de dos hombres tomó un giro sombrío. La tarde tranquila fue rasgada por el choque de metal retorcido, un impacto que resonó en los corazones de todos los que lo presenciaron.
La vívida escena se desarrolló en el kilómetro 11, justo en las fauces de la carretera, en las proximidades de la comunidad de Boca del Monte. Una camioneta Ford, un veterano de los caminos, rugiendo en rojo, se encontró con el destino de frente. Su destino era el autobús ADO, una bestia de pasajeros, cuyas placas de circulación llevaban la marca de Veracruz.
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En este cruel encuentro, la fragilidad de la vida humana se hizo evidente. Dos hombres, cada uno con su propia historia, quedaron atrapados en el torbellino de metal y caos. José Arturo, con sus 41 años de experiencias y Pedro, un hombre de 53 años con su propio cúmulo de recuerdos, sufrieron un destino compartido: un traumatismo cranoencefálico, múltiples contusiones en sus cuerpos. Sus vidas quedaron en un equilibrio inestable, sus estados de salud, un enigma.
Los testigos narraron el cruel ballet del choque, el estruendo del metal aplastado, el bramido de neumáticos luchando por el control. Y luego, la camioneta, como una bestia herida, buscó su escape. Pero el destino tenía otros planes. La camioneta cayó del borde de la carretera, descendiendo en un abismo de cinco metros.
Los valientes paramédicos del Centro de Atención Médica Delta llegaron en un abrir y cerrar de ojos. Encontraron a José Arturo Lima Mendoza, desorientado, su mirada perdida en las sombras que oscurecían su mente. Pedro Santiago Gerardo, se halló en el suelo, luchando por el aliento, sus palabras llevaban el eco del licor que había probado. La vida se tambaleaba en un hilo.
Ambos hombres, rescatados de las garras del desastre, fueron llevados al Hospital Civil IMSS BIENESTAR Emilio Alcázar. Su futuro, incierto como la bruma, dejaba a todos en un suspenso angustioso.
Los guardianes de la carretera, la División Carreteras de la Guardia Nacional, tomaron el mando de la escena, su deber era desentrañar el misterio de este encuentro. Los vehículos, reliquias destrozadas de lo que alguna vez fueron, fueron enviados al corralón, un recordatorio tangible de las decisiones que llevaron a dos hombres al abismo.
En medio de los restos retorcidos y las sombras alargadas, este trágico episodio nos recuerda que nuestras decisiones pueden convertirse en destinos inexorables. La carretera, un reflejo de la vida misma, puede ser un camino peligroso.
En honor a José Arturo y Pedro, que se aferran a la esperanza en la encrucijada de la incertidumbre, recordemos que cada paso que damos puede cambiarlo todo.
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