En el panorama político de Tamiahua, Julio César Cordero Arán se alza como una figura diferente. En un entorno saturado de intereses personales y agendas ocultas, Cordero representa un soplo de aire fresco. Con raíces profundas en la comunidad pesquera de esta villa, biólogo de profesión y un historial sólido como académico y defensor ambiental, Julio César no solo se postula, sino que se presenta como una verdadera alternativa para los ciudadanos que anhelan un cambio real.
A diferencia de otros aspirantes que parecen más interesados en perpetuar los esquemas de saqueo y corrupción que han caracterizado a las administraciones pasadas, Cordero tiene un historial que lo respalda. Su lucha por proteger la laguna de Tamiahua, su compromiso con la preservación ambiental y su cercanía con las bases rurales y urbanas de la comunidad lo posicionan como un candidato con credibilidad y arraigo. No es un improvisado ni alguien que dependa de alianzas familiares o favores políticos para construir su candidatura.
Tomás Cristobal Cruz
Por otro lado, sus contrincantes, cercanos al círculo de la actual alcaldesa Linda Guadalupe Rodríguez Torres y del presidente del DIF Ernesto Lara Ramos, parecen representar más de lo mismo. La dupla Rodríguez-Lara ha acumulado señalamientos de daño patrimonial y nepotismo. ¿Es esta la continuidad que quieren los ciudadanos? Jorge Lara, promovido por su tío Ernesto bajo el escudo de JITACIT, parece más un intento desesperado por mantener el control político que un proyecto legítimo de transformación.
En este contexto, Cordero Arán destaca no solo por su trayectoria, sino por su independencia. No está comprometido con cúpulas ni con agendas que ignoren a la población. Mientras sus contrincantes se aferran a los privilegios de sus posiciones y buscan perpetuar el poder para proteger intereses personales, Julio César emerge como una opción honesta y trabajadora, con una visión clara de lo que necesita Tamiahua.
En mi OPINIÓN, Cordero tiene un reto, que sin duda, será sortear las presiones de quienes ven en la política un negocio, no un servicio. Pero la ventaja de Julio César está en su conexión con el pueblo, en su trabajo de años y en una trayectoria que habla por sí sola. Los tamiahuenses tendrán que decidir si prefieren seguir caminando por la senda de la corrupción o apostar por un proyecto auténtico que busca devolverle a Tamiahua su dignidad.
Velatorios Ángeles