Correos de México TE LLEGA
Un día en el correo, los carteros estaban separando las cartas para enviar.
En una de las cartas, en la parte de la dirección, solo decía «Para Dios”, y entonces uno de los carteros dijo:
¿Cómo vamos mandar esta carta para el cielo? Ya sé, vamos a abrir la carta y vamos ver si conseguimos ayudar esta persona, vaya a saber qué problema tiene el pobre.
La carta era de un niño, y en ella estaba escrito:
«Señor Dios, mi papi está desempleado, sin dinero, y tiene que mantenernos a mi madre, a mi hermana y a mí… Las cuentas están todas vencidas, y estamos al borde de quedarnos sin agua, electricidad y gas, y para colmo tenemos que comprar bastantes remedios. Por favor, Diosito querido, confío en que nos vas a poder dar una mano, por favor mándanos 1000 pesos«…
Sintiendo mucha pena, los carteros hicieron una vaquita y juntaron dinero, pero solo consiguieron reunir ochocientos pesos, que no eran los 1000 pesos pedidos, pero que seguro iban a ser una gran ayuda.
Así mandaron la carta de vuelta al niño con los ochocientos pesos dentro del sobre.
A la semana siguiente, el niño mandó otra carta a Dios, que decía: