El 10 de marzo de 1934 nació Obed Zamora Sánchez en el seno de una familia conformada por los profesores Obed Castillo Solís, de Xochicuatlán, Hidalgo, y Teodora Sánchez Hernández, de Santiago de la Peña, Tuxpan.

Lamentablemente, su madre falleció a los días siguientes del parto, su padre devastado emigró a la ciudad de Pachuca, Hidalgo, dejando al recién nacido al cuidado de su cuñada Benita y su esposo carpintero, José Zamora, quienes lo amaron como a un hijo propio.

Obed creció en un hogar humilde, rodeado de amor, en una cuartería de la familia Díaz, ubicada a orillas del río en el centro de Tuxpan, a pesar de la ausencia de sus padres biológicos, siempre se sintió bendecido y feliz gracias al amor y cuidado de sus padres adoptivos. A los trece años, su padre biológico llegó a su hogar y se conocieron por primera vez.

Estudió en la Escuela Enrique C. Rébsamen y la Escuela Secundaria y de Bachilleres Manuel C. Tello, donde años más tarde impartiría la materia de Higiene.

Estudió en la Facultad de Medicina del puerto de Veracruz, pero tuvo que interrumpir su carrera cuando su madre adoptiva enfermó de cáncer. Abrió un consultorio médico en la ciudad de Veracruz para ayudar a su madre y, después de que esta mejoró, continuó sus estudios y se graduó en 1959.

Es entonces cuando visita a su padre biológico y decide cambiar su apellido Castillo a Zamora, apellido de su padre adoptivo. En 1962, realizó estudios de especialidad en Pediatría en el Hospital Infantil Federico Gómez de la Ciudad de México
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Ya establecido en Tuxpan, Obed abrió su consultorio en la calle Morelos y también trabajó en el Hospital Civil Dr. Emilio Alcázar, donde fundó la Sala de Pediatría y llevó innovaciones del Hospital Infantil.

Fue nombrado director del hospital y realizó una ardua labor de reestructuración, incluyendo la creación del primer sindicato de trabajadores y de la Sociedad Médica Tuxpeña, que se enfocó en la capacitación continua de los médicos locales.

Además de su trabajo como médico, Obed Zamora Sánchez fue un importante historiador y cronista de Tuxpan. Publicó varios libros y artículos sobre la historia y cultura de la ciudad y fundó la Academia Tuxpeña de Historia y Geografía, de la que fue presidente.

Obed Zamora Sánchez falleció  el 5 de noviembre del 2012, pero su legado como médico y cronista de Tuxpan perdura hasta hoy. Su historia es un ejemplo de amor y dedicación, y su trabajo como cronista.