Grúas Tuxpam

Grúas Tuxpan es una empresa con más de 40 años dando servicio de renta de grúas industriales para proyectos de construcción, transporte y montaje de trabes prefabricadas. Teléfonos de contacto (783)834-2090, (783)834-0353 y (783)834-2151.

Gasolinera Libramiento Portuario

Ubicada estratégicamente en el kilómetro 4+300 del Libramiento Portuario en Tuxpan, Veracruz, la Gasolinera Libramiento Portuario es tu destino confiable para obtener combustible y servicios de alta calidad.

Pizzas Mama Mia

Pizzas Mama Mia, El auténtico sabor italiano. Servicio a Domicilio en Poza Rica, Coatzintla y Tuxpan, Veracruz.

Royal Garden Hotel

El Royal Garden Hotel ofrece un diseño vanguardista, con 66 habitaciones, amplio estacionamiento y una prominente alberca, ideal para turistas, eventos sociales y negocios. Su excelente ubicación, cerca de la playa y centro de la ciudad, lo convierte en un eje turístico.

HILDA GAS

Hilda Gas es una empresa mexicana con más de 55 años de experiencia en el mercado del Gas LP, atendiendo y satisfaciendo a todos los usuarios del Sector Doméstico, Comercial, Industrial y de Carburación. ¡Si necesitas GAS solamente llama al (783)112.8045 y te damos el servicio!

Centro Médico Tuxpam

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Estamos en el comedor estudiantil de una universidad alemana. Una alumna rubia e inequívocamente germana adquiere su bandeja con el menú en el mostrador del autoservicio y luego se sienta en una mesa.

Entonces advierte que ha olvidado los cubiertos y vuelve a levantarse para cogerlos. Al regresar, descubre con estupor que un chico negro, probablemente subsahariano por su aspecto, se ha sentado en su lugar y está comiendo de su bandeja.

De entrada, la muchacha se siente desconcertada y agredida; pero enseguida corrige su pensamiento y supone que el africano no está acostumbrado al sentido de la propiedad privada y de la intimidad del europeo, o incluso que quizá no disponga de dinero suficiente para pagarse la comida, aun siendo ésta barata para el elevado estándar de vida de esos ricos países. De modo que la chica decide sentarse frente al tipo y sonreírle amistosamente. A lo cual el africano contesta con otra blanca sonrisa.

A continuación, la alemana comienza a comer de la bandeja intentando aparentar la mayor normalidad y compartiéndola con exquisita generosidad y cortesía con el chico negro. Y así, él se toma la ensalada, ella apura la sopa, ambos pinchan paritariamente del mismo plato de estofado hasta acabarlo y uno da cuenta del yogur y la otra de la pieza de fruta.

Todo ello trufado de múltiples sonrisas educadas, tímidas por parte del muchacho, suavemente alentadoras y comprensivas por parte de ella.

Acabado el almuerzo, la alemana se levanta en busca de un café. Y entonces descubre, en la mesa vecina detrás de ella, su propio abrigo colocado sobre el respaldo de una silla y una bandeja de comida intacta. Dedico esta historia deliciosa, que además es auténtica, a todos aquellos que, en el fondo, recelan de los inmigrantes y les consideran individuos inferiores.

A todas esas personas que, aun bienintencionadas, les observan con condescendencia y paternalismo. Será mejor que nos libremos de los prejuicios o corremos el riesgo de hacer el mismo ridículo que la pobre alemana, que creía ser el colmo de la civilización mientras el africano, él sí inmensamente educado, la dejaba comer de su bandeja y tal vez pensaba: «Pero qué chiflados están estos europeos”…

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