Golpe seco en la madrugada
Tuxpan, Veracruz | A las tres de la mañana, el mundo es de los fantasmas y los insomnes. José Luis «D», 38 años, taxista, conocía bien esa regla. La noche es su zona de trabajo, las calles su oficina, y el insomnio un mal necesario. Pero esta vez, la ciudad le jugó chueco.
Conducía su Nissan Versa modelo 2017, taxi número económico 1563, avanzando por el Libramiento Adolfo López Mateos, esquina con Avenida de las Américas. Todo iba bien hasta que perdió el control. Un pestañeo de más, un bache traicionero, tal vez una aparición de un fantasma. Lo que sea que haya pasado, terminó en el camellón, directo contra un poste de luminaria del ayuntamiento.
CLIMAS LEÓN
El golpe fue seco, preciso. El auto quedó clavado justo en el centro del poste, como si alguien lo hubiera colocado ahí con una regla. La trompa destrozada, el motor humeante, los vidrios temblando por la inercia.
Los vecinos que todavía no se rendían al sueño escucharon el estruendo. Silencio. Luego, el murmullo del chisme a media voz. ¿Qué pasó? ¿Está bien? ¿Venía solo?
La patrulla tardó en llegar. No hubo lesionados, solo un taxista con los nudillos blancos sobre el volante, maldiciendo en voz baja su suerte. Ningún pasajero. Ningún testigo. Solo la madrugada tragándose los restos del accidente.
Al final, la grúa hizo su trabajo, los oficiales tomaron nota y el poste quedó como un cadáver metálico, torcido pero en pie. La ciudad volvió a su rutina de madrugada: taxis buscando pasajeros, luces de neón reflejadas en el pavimento mojado, y un tipo con la adrenalina aún pegada en el pecho, preguntándose cómo diablos se salió del camino.
Jhanny Velázquez Make Up Artist