Subsecretario turista
ALMA GRANDE
Por Ángel Álvaro Peña
José Guillermo Herrera Mendoza, un personaje oscuro de la política veracruzana, ahora quiere montarse en la administración panista del gobernador electo Miguel Ángel Yunes, luego de que ya pasó del PRI a Convergencia, ahora Movimiento Ciudadano, y dice ser panista de pura cepa.
Pero, ante la posibilidad de que la próxima administración de Turismo y Cultura en Veracruz sea ocupada por el Notario No. 10 de la entidad, Leopoldo Domínguez Armengual, un abogado honorable y de probada consistencia profesional, Guillermo Herrera Mendoza, asegura que es su amigo y que lo invita para seguir como subsecretario de Turismo.
La tarde del 24 de noviembre, cuando compareció ante el Congreso local el secretario de Turismo, Harry Grappa Guzmán, Guillermo Herrera Mendoza, no se sentó junto a su jefe, como señala el protocolo, sino en los lugares de los legisladores, como muestra de inconformidad porque despidieron a “su gente”, es decir a un grupo de aviadores que cobraba en esa dependencia y a quienes quería dejar en sus cargos en la próxima administración.
Pero este gesto era sólo parte de la estrategia de Herrera Mendoza, porque una vez instalado en las curules, al lado de los diputados locales, comenzó a entregar tarjetitas con preguntas incómodas y agresivas para su propio jefe, de tal suerte que intentaba desestabilizar su comparecencia y desgastar su imagen.
La Lic. Idehana Gómez Ortiz, presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Veracruz, declaró que el gobierno del estado le debe mucho dinero por concepto de un sinnúmero de viajes internacionales, en los cuales el subsecretario de Turismo tenía una singular frecuencia, al viajar con su esposa, sus hijos y llevaba hasta la nana.
El historial delictivo de Herrera Mendoza tiene varios años, en 2002, cuando tomó protesta como Senador Suplente de la LVIII Legislatura, por el PRI, donde militaba desde 1976, hasta que en 1994 se convirtió en miembro del grupo fundador de Convergencia por la Democracia.
Así, en 2004 amenazó al entonces gobernador de Veracruz, Miguel Alemán Velascode realizar llamadas telefónicas a Ezequiel Flores, dirigente del PT; para convencerlo de llevar a cabo la alianza PRI-PVEM y PT en busca de retener la gubernatura. Alemán aseguró no haber realizado tal llamada, de la que nunca ha habido pruebas.
En agosto de 2005, un año después, el entonces Secretario General de Gobierno, Reynaldo Escobar Pérez, hizo público un intento de chantaje de Herrera Mendoza, entonces presidente del Comité Directivo Estatal de Convergencia, al pretender chantajearlo con 150 mil pesos mensuales a cambio de dejarlo “trabajar sin problemas” cuando era presidente municipal de Xalapa.
En abril de 2010, Fidel Herrera Beltrán, le tomó protesta como Secretario de Comunicaciones, donde tuvo un sinnúmero de señalamientos de desvíos y desfalcos.
En 2013, el ex dirigente de Convergencia, Herrera Mendoza, fue acusado por el empresario Alfonso Del Rayo de tener nexos con el crimen organizado, específicamente con el narcotráfico.
Del Rayo, quien compareció en el juicio como testigo protegido, narró cómo fue secuestrado en diciembre de 2010 y liberado bajo la condición de que “trabajara” para un cártel. Relató que una semana después de ser liberado fue visitado por Guillermo Herrera Mendoza y otra persona, entonces secretario de Comunicaciones, y que la otra persona le dijo que debía pagar el favor de su liberación viajando, en enero de 2011, a Oklahoma para adquirir una yegua llamada “Blues Ferrari”, valuada en 310 mil dólares, según información publicada por los diarios “Austin Globe” y “The Austin American Statesman”.
En 2014, Gerardo Buganza denunció ante la PGR el fraude de empresas constructoras que dejaron obras inconclusas como el túnel sumergido de Coatzacoalcos que no tiene fin.
Ya hay casos a cargo de la PGR, bajo la averiguación AP/PGR/XAL/II/232/201, que fue ratificada el 6 de septiembre de 2013, debido a que son recursos del Fonden, utilizados por Herrera Mendoza.
Desde la secretaría de Comunicaciones, al mando de Herrera Mendoza, la empresa del poblano Mohamed Morales Álvarez, recibió un sinnúmero de contratos a través de Constructora Corporativo Galis S.A de C.V.
Estas fueron pagadas con dinero del Fondo de Desastres Naturales, pero no fueron entregadas. Un ejemplo fue una obra de 12 millones 800 mil pesos, de los cuales recibió un anticipo de 11 millones, pero, al supervisar dicha carretera estaba en obra negra, sin avance alguno. Y quien otorgó los contratos y obras fue el hoy Subsecretario de Turismo, Guillermo Herrera Mendoza.
En noviembre de 2012 Santiago Muñiz, representante legal de la Constructora OLYS y amigo cercano y socio de Herrera Mendoza, fue asesinado en Boca del Río.
Meses antes, el 14 de febrero de 2012, fueron baleadas la señora Isabel Ochoa y su hija Olivia Muñiz, esposa e hija de Santiago Muñiz Alarcón, en un aparente intento de asalto.
La PGJE investiga todavía si el atentado del 14 de febrero contra Isabel Ochoa y su hija Olivia, tiene relación con el homicidio de su esposo Santiago Muñiz Alarcón, ocurrido en noviembre de 2012.
Poco después de la muerte de Santiago Muñiz, Herrera fue informado que un grupo armado llegó al rancho del occiso, en Acayucan, para llevarse maquinaria supuestamente propiedad del funcionario, pero de la que otros dicen era propiedad del constructor asesinado.
Este rancho es ampliamente conocido por los constructores y personal de la Secretaria de Comunicaciones, por ser un lugar donde se llevaban a cabo fiestas y comidas de los funcionarios de la dependencia.
Ante estas sospechas Herrera Mendoza buscó el apoyo de la Subprocuraduría Regional y de la Secretaría de Seguridad Pública, que lo escoltaron para sacar la maquinaria que quedaba aún en la propiedad.
En julio de 2011 Javier Duarte lo nombró Jefe de la Oficina de Programa de Gobierno y en octubre de 2012 fue nombrado Subsecretario de Turismo.
Su paso por la Secretaría de Turismo y Cultura no ha estado exento de escándalos de corrupción y tráfico de influencias. Desde su arribo a esta dependencia se le acusa de mantener en nómina a un gran número de aviadores, provocando la indignación de los trabajadores.
Como subsecretario de Turismo realizó una gran cantidad de viajes al extranjero, supuestamente de promoción al estado, donde gastó más en viáticos que el propio secretario.
En agosto de 2016, Guillermo Herrera Mendoza dispuso de la fuerza del Estado para “recuperar” una residencia en la que vivió durante la administración de Fidel Herrera, inmueble del que jamás fue propietario pues sólo se la prestó el empresario Fernando Padilla, a cambio de que le concediera contratos y convenios.
Herrera Mendoza es protagonista de una serie de traiciones, las cuales ha utilizado para escalar mayores niveles en su carrera burocrática.
Atrás quedaron los días en los que Herrera Mendoza corría acompañado de Alberto Silva a entregarle acucioso, tarjetas a Javier Duarte, con información y consejos de cómo contestarle agresivamente al ahora gobernador electo.
Miguel Ángel Yunes no desconoce que Fidel Herrera le otorgó a Herrera Mendoza la Notaría No. 55, ubicada en Boca del Río.
Pero como todo funcionario corrupto, Herrera Mendoza no actúa solo. Su carrera delictiva no sería nada sin la colaboración de Alejandro Alarcón Palma, quien “fungió” como secretario particular del Subsecretario, y de Tania Martínez Guerrero, quien desde hace meses aparecía como “asesora”.
La carrera delictiva de José Guillermo Herrera Mendoza, camina a la par de su carrera dentro de la administración pública. Sería un grave error no sólo integrarlo a la administración que empieza el 1 de diciembre sino permitirle llegar a esa impunidad de la que gozan muchos funcionarios en Veracruz.
Si la nueva administración pública de Veracruz quiere gozar de credibilidad debe castigar, de manera ejemplar, a personajes como Herrera Mendoza e investigarlo profundamente para que pague a los veracruzanos los delitos cometidos en su contra… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.
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