Hace unos días me pidieron que hiciera pública una aclaración, y me enviaron el texto para que lo publicara en FOROTUXPAN y CHISME TUXPEÑO, por lo que quiero dejar muy en claro mi postura ante la situación en la que me veo envuelto gracias a ser el administrador de la mejor página de información de Tuxpan Veracruz. Todas las demás son copias pirata.
Comenzaré por lo que creo sobre la existencia de DIOS: Su existencia es un tema que ha sido debatido por filósofos, científicos y teólogos durante siglos. Es una cuestión de fe y creencia personal, y cada individuo tiene derecho a tener sus propias opiniones y creencias en este sentido.
Algunas personas creen en la existencia de Dios debido a sus experiencias personales, sus creencias religiosas que les inculcaron desde su niñez -¡Infancia es destino!- o su estudio y reflexión sobre el tema. Otros, como yo, no creemos en la existencia de Dios debido a la falta de pruebas empíricas o a nuestro propio análisis personal.
Siempre va a ser un tema complejo y personal, y cada individuo tiene derecho a tener su propia opinión y creencia.
Resulta que ha habido publicaciones con ataques a la Iglesia Católica en el grupo de Chisme Tuxpeño desde Mayo de 2022 en donde acusan a los padres de la Santa Iglesia Catedrál «Nuestra Señora de la Asunción» de ser CORRUPTOS, MUJERIEGOS, RICOS, HIPÓCRITAS, CHANTAJISTAS, NARCOS, entre otras cosas.
La última de ellas la eliminamos del grupo por el posible castigo de nuestro gran lider Mark Zuckerberg puede hacerle a nuestras páginas y grupos en su plataforma, sin embargo después nos acusaron de que ERAMOS EMPLEADOS DE LA CATEDRAL.
No se cual sea la postura de mis empleados, pero ante esas afirmaciones si tengo una muy clara: Yo rechazo la idea de la existencia de cualquier deidad o fuerza sobrenatural, basándome en la falta de pruebas concretas y verificables que la respalden, por lo que no creo ni en dioses ni en ángeles, ni en demonios, ni en chamanes, ni en sacerdotes, ni en pastores. ¡No creo ni en mi!
Es importante destacar que ser ateo no implica necesariamente ser anti-religión o anti-espiritualidad, sino simplemente tener una postura distinta respecto a la existencia de una deidad.
Y en cuanto a que SEAMOS EMPLEADOS DE LA CATEDRAL, es completamente falso. Para mi todos los que lucran con la fé de la gente, deberían de meterlos a la cárcel, y es que en caso de que se cometa un fraude o estafa bajo el pretexto de una actividad religiosa, las autoridades competentes deberían investigar y procesar a los responsables, tal como lo harían en cualquier otro caso de fraude o estafa.
Uno de los momentos clave en la historia del celibato clerical fue el Concilio de Trento (1545-1563), que estableció la obligación del celibato para los sacerdotes católicos de rito latino. La decisión de imponer el celibato en ese momento fue tomada por varias razones, incluyendo la necesidad de evitar los conflictos relacionados con la sucesión de las propiedades de los sacerdotes casados y la preocupación de la Iglesia por mantener el control sobre la vida privada de sus sacerdotes. ES DECIR: POR CULPA DEL DINERO QUE NO SE IRÍA A ROMA, UN SACERDOTE CASADO GASTA MÁS DINERO QUE UNO SOLTERO.
En mi opinión -como se llama esta columna- he visto que lo único que logró la iglesia católica con esta postura fue tener a muchos sacerdotes -no todos- con enfermedades mentales que los hacen cometer delitos como la pederastia.
Independientemente de los casos de la pederastía en México, gracias a un reportaje en la televisión y un libro que se publicó en Polonia esta semana, donde aseguran que el entonces arzobispo de Cracovia conocía casos de pederastia y se limitó a trasladar a los autores a otras iglesias, me acabo de enterar de que la imagen del papa Juan Pablo II, santificado y venerado en Polonia, acaba de recibir dos fuertes golpes en su país.
Los sacerdotes, padres, pastores, chamanes o como les llamen, deberían de dedicarse a otra cosa. No tarda América Latina en sacarlos de la historia y convertir las iglesias en bibliotecas como en Países Bajos, Gran Bretaña y España. Aparte estos personajes deberían de portarse bien para que la gente no ande hablando pestes de ellos.
Pronto en México las catedrales van a convertirse en bibliotecas, u otros espacios culturales, solamente por preservar el patrimonio histórico y cultural de la república y darle un nuevo uso que pueda beneficiar a la comunidad en general.
Además, puede ser una forma de fomentar la educación y el acceso a la cultura en áreas que antes estaban reservadas exclusivamente para la religión. De verdad que nos hace mucha falta en México dejar de creer en Santos, Virgencitas y Demonios. Nos haría crecer como humanidad.