A los 95 años de edad, Don Lino se casó con Ana, de 25 años.
Debido a que su marido es tan viejo, Ana decide que después de su boda, ella y don Lino deben tener dormitorios separados…
Después de las festividades de la boda, Ana se prepara para la cama y de pronto se escuchan golpes en la puerta y al abrir está Don Lino, con sus 95 años…. ¡listo para la acción!
Concluido el acto Don Lino le da un beso de buenas noches y vuelve a su dormitorio.
Después de algunos minutos, Ana oye otros golpes en la puerta del dormitorio y es Don Lino… ¡listo para la segunda vuelta!
Y así sucede dos veces más, Don Lino regresa con Ana y después de la acción, le da un beso de buenas noches a su esposa y regresa a su cuarto.
Después de una hora, regresa don Lino por otra vez y como si nada!
Termina y le da un beso de buenas noches a Ana; en esta ocasión Ana lo detiene y le pide que se no se vaya; está sorprendida y le dice a Don Lino:
– Me impresiona que a tu edad puedas repetir esto tantas veces Lino, en verdad eres un gran amante. He estado con hombres con un tercio de tu edad y son totalmente incapaces de seguirte el paso…
Don Lino voltea desconcertado, y le pregunta a Ana:
– ¿¡Cómo!… ya había venido antes?
Moraleja:
