Las llamas no tuvieron oportunidad en Jardines de Tuxpan
TUXPAN, VERACRUZ | La tarde del lunes pintaba tranquila en la calle José Adem Chain, con el sol aún brillando sobre las casas de la colonia Jardines de Tuxpan. Pero la calma es frágil. En un parpadeo, el olor a humo se escurrió entre las paredes de una vivienda, avisando que algo no andaba bien.
El fuego quiso abrirse camino, pero no contó con la velocidad de los hombres de Protección Civil y Bomberos, encabezados por José René Téllez Medina. Llegaron sin titubeos, con la experiencia de quien ya ha visto el fuego intentar reclamar lo que no le pertenece.
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En el interior de la casa, dos adultos mayores esperaban, atrapados por el susto más que por las llamas. Los rescatistas los sacaron antes de que el calor se convirtiera en un enemigo real. Afortunadamente, no hubo lesionados.
El problema, dijeron después, venía de las entrañas de la casa: las instalaciones eléctricas, una bestia dormida que despertó con intenciones peligrosas. Una vez que la última chispa se extinguió, los bomberos revisaron cada rincón para asegurarse de que el peligro no estuviera al acecho.
Mientras tanto, patrullas de seguridad rondaban la zona, resguardando la escena como si el incendio hubiera sido un crimen a punto de resolverse. Pero esta vez, la justicia llegó antes de que el desastre se consumara.
Una advertencia quedó flotando en el aire, entre el olor a humo y el resplandor del sol poniente: el peligro no siempre viene con estruendo. A veces, se esconde en los cables de una casa, esperando el momento de hacer su jugada.
El Gran Salón
