En esta fotografía:  Don Juan, Doña Lucía, con Rita (una hija de crianza), sus hijos Alfonso, José, Maria Luisa en brazos, Julián y Lucas. Maria Matilde aun no llegaba.

La Familia Montiel de Tuxpan, Veracruz

por | Dic 20, 2025 | Cultura

Una estirpe que hizo de la música un legado vivo

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En la historia cultural de Tuxpan, Veracruz, hay apellidos que no solo se recuerdan: se escuchan. Uno de ellos es Montiel, sinónimo de enseñanza, disciplina, sensibilidad artística y amor profundo por la música. Gracias a la investigación y memoria del Dr. Obed Zamora Sánchez (QEPD), cronista de la ciudad, hoy podemos recorrer la trayectoria de una familia que durante más de ochenta y cuatro años ha formado generaciones enteras de músicos tuxpeños.

El origen de una vocación

El pilar de esta notable estirpe fue Juan M. Montiel, nacido el veintidós de diciembre de mil ochocientos noventa y nueve en San Luis Tlauloyocan, Cholula, Puebla. Desde la infancia estuvo rodeado de música: sus padres, Cenobio y Juliana, eran solfistas formados, y su padre dirigía una orquesta de cámara que animaba, sobre todo, los recintos religiosos.

El talento de Juan fue precoz y extraordinario. A los cuatro años ya respondía el Amén en las misas; a los siete dominaba el armonio; y a los diez era considerado un profesional. Su dominio del solfeo quedó sellado cuando, siendo aún un niño, interpretó magistralmente la lección número treinta y siete del maestro Hilarión Eslava, provocando el asombro —y la broma admirativa— del maestro Saloma.

A los diecisiete años emprendió su camino como organista, primero en San Andrés Tuxtla y después en Teziutlán, donde además estudió piano, perfeccionando una técnica distinta a la del órgano, pero igualmente exigente.

Una audición de la familia Montiel: tocando el Chelo Julián, el piano Maria Luisa, al lado Maria Matilde, Don Juan M. Montiel y el Dr. Rafael Reyna tocando su violín.

Tuxpan, tierra de destino

En mil novecientos veinticuatro, su vida quedó ligada definitivamente a Tuxpan. Su hermano Cándido Montiel, entonces organista de la parroquia, lo invitó a ocupar su lugar al partir a la Ciudad de México. Desde ese momento, Don Juan se convirtió en organista de la Parroquia de Santa María, maestro de piano y órgano, y en una figura central de la vida cultural tuxpeña.

Fue también en Tuxpan donde conoció a Lucía González Intriago, joven de gran sensibilidad artística, hija de don Lucas González, personaje entrañable de la ciudad, recordado tanto por su oficio como por su vena musical. Don Juan y Doña Lucía contrajeron matrimonio en mil novecientos veintinueve, formando una familia profundamente marcada por la música. Sus hijos —Alfonso, Julián Emeterio, Lucas, José, María Luisa y María Matilde— crecieron entre partituras, ensayos y conciertos.

Don Juan M. Montiel y Doña Lucia González de Montiel

Maestro, formador y promotor cultural

La labor de Don Juan fue incansable. Dirigió orquestas que amenizaban veladas sociales, festividades cívicas, el Día de las Madres y las celebraciones de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Impartió educación musical, coro y teoría en diversas instituciones, apoyando incluso a escuelas de Poza Rica y comunidades como Emilio Carranza, siempre con el mismo entusiasmo pedagógico.

Impulsó también el teatro musical y la zarzuela infantil junto a Doña Anita Martínez de Riquelme, en una época en la que Tuxpan producía sus propias obras escénicas con talento local. Su influencia llegó a la Escuela Secundaria y de Bachilleres Manuel C. Tello, donde dejó huella imborrable.

Entre sus alumnos destacó Aura Pacheco Pinzón, quien más tarde sería Directora del Conservatorio Nacional, heredera también de la sensibilidad musical de su padre, autor del célebre tema Presentimiento.

Óleo del pintor Enrique Guzmán: Don Julián Montiel tocando el violín.

Lucía González Intriago en su juventud

Una herencia que sigue sonando

La obra del maestro Montiel no se detuvo con el paso del tiempo. Su legado vive a través de la Academia de Música Juventino Rosas, dirigida y sostenida por su propia familia. María Luisa y María Matilde Montiel, con memoria prodigiosa y vocación docente, continuaron la enseñanza del piano y el órgano. José Montiel se formó en canto en la Ciudad de México con el maestro Julián Torres, acompañante de Enrico Caruso. Julián Montiel, violinista y chelista, fue recordado como director de la orquesta familiar Classifonia, que desde los años ochenta ha musicalizado los eventos más importantes de la sociedad tuxpeña, interpretando incluso los valses compuestos por su tío Cándido: Alma Tuxpeña y Laurel de Artista.

Los nietos siguieron la pauta: violín, piano, órgano… y nuevas generaciones, como Teresita, estudiante de la Facultad de Música de Tampico, mantienen viva la tradición.

Los hermanos Montiel González: José, Julián (+) Lucas, María Luisa y María Matilde

Música para la fe y la comunidad

Otro capítulo fundamental fue su aporte a la música sacra. Don Juan organizó coros a cuatro voces y dirigió una orquesta de cámara integrada por músicos locales que recorría parroquias de la antigua diócesis de Papantla. Su hija María Matilde Montiel es hoy Directora del Coro de la Catedral de Tuxpan y maestra en el Seminario Mayor, además de encabezar la Academia Juventino Rosas junto a familiares y colaboradores.

El adiós de un maestro

Don Juan M. Montiel falleció el veintitrés de febrero de mil novecientos noventa y ocho, a los noventa y nueve años de edad, con el humor fino que siempre lo caracterizó. Partió dejando algo más valioso que partituras: una escuela de vida, una tradición sólida y una familia que entendió la música no como adorno, sino como servicio a la comunidad.

Hoy, cuando en Tuxpan se escucha un piano afinado con paciencia, un coro bien educado o un vals que evoca identidad, es imposible no reconocer la huella profunda de la Familia Montiel, impulsores de una obra musical única que sigue latiendo, nota a nota, en la memoria de la ciudad.

Un recital de canto de la Academia Juventino Rosas en la Catedral de Tuxpan

Alumnas del maestro José Montiel en un recital de fin de cursos

En la foto un recital de piano en la Academia de música «Juventino Rosas» al piano su fundador Profr. Juan M. Montiel, de frente su hija Profra. María Luisa Montiel González.

Esta foto formaba parte de un comercial de Televisa. Le dio la vuelta al mundo. La última de izquierda a derecha es Lucía González a los 16 años de edad

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