La publicación en Chisme Tuxpeño ® sobre un guardia IPAX de Liverpool Tuxpan tomando fotos de un vehículo en el estacionamiento no es un hecho aislado. Es un eco de prácticas que, lejos de desaparecer, parecen mutar y reaparecer con una terquedad que desafía la lógica y la legalidad. Recordemos el sexenio de Cuitláhuac García en Veracruz, un periodo que dejó una estela de abusos documentados: patrullas municipales y estatales coludidas con la compañía de grúas GATSA en operativos que eran, a todas luces, ilegales. El esquema era simple pero efectivo: una revisión de placas en el sistema REPUVE, un pretexto para inspeccionar números de serie —incluso dañándolos con ácidos—, y la acusación de que el vehículo era robado. Sin notificar a la Fiscalía, como manda la ley, llamaban a las grúas y el auto terminaba en un corralón. Luego venía la negociación: entre 15 y 25 mil pesos, o más, según el valor del vehículo. Extorsión pura y dura.
El caso de los IPAX de Liverpool Tuxpan no es nuevo. En aquellos años, los estacionamientos de la tienda eran un coto de caza para estas prácticas. Los guardias IPAX, según se denunció entonces y ahora, señalaban a las víctimas; luego entraban los policías estatales o municipales para hacer el resto. Cuando los exhibí en su momento, su defensa fue tan absurda como infantil: que mi auto se había quedado encerrado en el estacionamiento días antes y que todo era una venganza personal. Ridículo, pero revelador de la falta de argumentos frente a la evidencia.
El Gran Salón
La llegada de Rocío Nahle al gobierno estatal trajo un atisbo de esperanza. Al inicio de su mandato, emitió un comunicado prohibiendo el uso de grúas sin concesión estatal, un golpe directo a esas operaciones turbias. Sin embargo, la realidad es tozuda: en Tuxpan, la policía municipal sigue llamando a grúas no concesionadas para llevarse vehículos a corralones. ¿Casualidad? Difícil creerlo ya que apenas en febrero utilizaron una Grúa de la compañía Grúas Tellez en un choque de un Taxi contra una cas -lo tenemos documentado-. Lo que vemos es un sistema que se resiste a morir, que encuentra resquicios para sobrevivir a pesar de las promesas oficiales.
No todo está perdido. Si usted es víctima de este tipo de abusos y su vehículo fue adquirido legalmente, hay un camino: llame al 911 y exija la presencia de la Fiscalía General del Estado. No se deje. El problema no es solo la extorsión, sino la impunidad que la sostiene. Mientras las autoridades locales y empresas como GATSA sigan operando en las sombras, con o sin el aval de algún funcionario, los ciudadanos seguiremos siendo rehenes de un juego donde la ley es lo de menos.
La pregunta -en vez de opinión- es cuánto tiempo más toleraremos que estas prácticas, que parecían haber quedado atrás, sigan resucitando. La gobernadora Nahle tiene la palabra, pero nosotros, los ciudadanos, tenemos el derecho de no callar. Si usted ve que una grúa diferente a Grúas Tuxpam remolca su unidad, denucielo a la fiscalía. Las únicas gruas concesionadaspor el estado para estos menesteres en Tuxpan Veracruz, son las de la compañía de Grúas Tuxpam S.A. de C.V.
*“La justicia que se tarda no es justicia”.*
—Séneca

