Tuxpan, Ver.- El agua del río Tuxpan fluía con suavidad en la madrugada del fatídico jueves pasado. La oscuridad de la noche hacía difícil distinguir los contornos del cauce, pero alguien había notado a una joven mujer en el bulevar Jesús Reyes Heroles, parada en la orilla. Quizás buscaba alivio en las aguas del río, quizás buscaba la paz que tanto anhelaba. De pronto, sin más preámbulos, se arrojó al agua.

No fue una caída suave, no fue un baño refrescante. Las piedras del fondo del río le recibieron con saña, y la joven Bryseida «X» resultó con una fractura en la pierna derecha. ¿Por qué lo hizo? Solo ella lo sabe, y quizás nunca lo revele.

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Los paramédicos de la Cruz Roja Mexicana llegaron en su auxilio, atendiéndola rápidamente para salvar su vida. Pero los efectos de esa noche quedarán para siempre marcados en la memoria de la joven. Las autoridades ministeriales iniciaron una investigación para esclarecer lo sucedido, aunque las corporaciones policiales no han querido dar detalles al respecto.

La historia de Bryseida es una más en la triste realidad del aumento de la salud mental en nuestro país. Es hora de tomar cartas en el asunto y prestar atención a aquellos que necesitan ayuda. El suicidio es un tema serio, y debemos ser proactivos en la prevención y la atención. La vida de alguien podría depender de ello.