El alza de la gasolina, tarifas eléctricas y canasta básica ponen en jaque a restauranteros del municipio pues ya no soportan los incrementos, por lo que se deben aumentar los costos de los platillos.
Al respecto Norma Mejía Hernández, representante de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), explicó que estos aumentos generan un fuerte golpe para restauranteros y clientes, pues a pesar de que desean mantener los precios de la carta, tendrán que aumentar un 5 por ciento cada platillo.
La situación los está obligando a incrementar el costo final del servicio, lo cual impacta al cliente, quien deja de asistir a los restaurantes y al no haber ventas se pone en riesgo la estabilidad del negocio y las fuentes de empleo de quienes laboran ahí.
Actualmente son tiempos difíciles para la industria restaurantera, pues el regreso a la escuela, baja la afluencia de comensales en los restaurantes y con este ajuste podría darse el cierre de establecimientos.
