El PRD nació en 1989 como una fusión de múltiples fuerzas políticas de izquierda, encabezado por figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. A lo largo de sus años, el PRD se convirtió en una voz significativa en la política mexicana, siendo la cuna de múltiples liderazgos que hoy ocupan importantes cargos en otros partidos y movimientos.
Recordaremos con nostalgia sus logros, como su papel en la transición democrática de México, su lucha por la justicia social y los derechos humanos, así como su constante empeño por ser la voz de los desposeídos. Pero también, con un toque de humor, rememoramos sus batallas internas, sus escisiones y la famosa pregunta: «¿Y ahora con quién nos aliamos?».
Sus éxitos incluyen la histórica elección de 1997, cuando el PRD ganó la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal, y su papel protagónico en la creación de la coalición que llevó a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador en 2018, aunque posteriormente sus caminos se separaron.
En estos tiempos de cambios y alianzas inesperadas, el PRD encontró dificultades para mantenerse relevante en un panorama político cada vez más polarizado y dominado por nuevos actores. Su último respiro fue un esfuerzo titánico por adaptarse y sobrevivir, pero al final, no pudo superar la barrera del 3% en las elecciones de 2024.
Nos queda el recuerdo de un partido que, aunque haya dejado de existir en su forma oficial, deja un legado indeleble en la historia de la política mexicana.
Los militantes y simpatizantes están invitados a la ceremonia de despedida, que se llevará a cabo en el Salón de los Recuerdos, donde compartiremos anécdotas, risas y quizás algunas lágrimas por un partido que fue, pero que siempre vivirá en nuestra memoria colectiva.
Descansa en paz, PRD. Tus ideales y tu historia perduran.