EL VIAJERO TAMIAHUERO
Un tal Jino llegó a su casa después de haber pasado dos semanas de viaje.
-¡María! Vengo que no me aguanto de caliente, ¡ve quitándote la ropa que te voy a hacer el amor como nunca en tu vida!…
Entraron en la habitación, se metieron en la cama e hicieron el amor de manera salvaje, brutal, escandalosa.
Fue tal el ajetreo y el ruido de la cama, que al poco de empezar escucharon unos golpes fuertes al otro lado de la pared, acompañados por las voces del encabronado vecino:
-YA ESTÁ BIEN, ¿NO?…… ¡YA PÁRENLE! ¡NO TIENEN LLENADERA! TODA LA PINCHE SEMANA HA SIDO IGUAL… ¡CHINGADA, MADRE!….