El Duende de mis Sueños
Llega un tuxpeño muy preocupado al Centro Médico con el doctor y le dice:
-Doctor, tengo un problema muy grave, fíjese que todas las noches me hago pipí en la cama y no lo puedo evitar. Necesito que me ayude porque estoy desesperado.
-A ver, a ver, cuénteme ¿cómo es que ocurre eso?
-Pues verá doctor, todo es causa de un sueño. Cuando me duermo, empiezo a soñar que voy por un bosque profundo y sombrío, caminando por una vereda llena de hojas secas; escucho el crujir de las hojas al pisarlas y de pronto se me aparece un duende que me pregunta: ¿ya hiciste pipí? Y justo en ese momento me hago pipí doctor. Por más que trato de despertarme o de aguantarme no puedo y todas las noches es lo mismo. ¡Por favor doctor ayúdeme!
-Mire señor -contesta el médico- ya entendí su situación, pero yo no puedo ayudarlo ya que se trata de un problema psicológico. Pero le voy a recomendar a un buen psicólogo, amigo mio, que le va a resolver su dilema.
Así que el sujeto va a visitar al psicólogo y le cuenta toda la historia: el sueño, el bosque, las hojas de los árboles, el duende… y la pipí.
-No se preocupe amigo -le dice el psicólogo-. Esto es fácil de resolver. El día de hoy va a realizar sus actividades de manera normal, pero ya en la tarde va a evitar tomar líquidos; nada de agua, refresco o bebida. Antes de irse a dormir va a hacer pipí y cuando se acueste repite «ya hice pipí, ya hice pipí, ya hice pipí» hasta que se duerma, para que cuando el duende aparezca y le pregunte usted le diga «sí, ya hice pipí».
El tuxpeño regresó muy contento a su casa ahí en el TUNEL y siguió al pie de la letra las indicaciones; no tomó líquidos, antes de acostarse hizo pipí y repitió la frase «ya hice pipí» hasta que quedó dormido.
El sueño empezó como siempre, se vio caminando por el bosque, pisando las hojas secas de los árboles, y de pronto apareció el duende y le pregunta:
-¿Ya hiciste pipí?
-Sí, sí, ya hice pipí, ya hice pipí -contesta con una mezcla de coraje y triunfo.
Entonces el duende le pregunta: