EL ANECDOTARIO
Mientras un tuxpeño paseaba por un parque en Guadalajara, vio a un tapatío que estaba abrazado a un árbol, con una oreja pegada fuertemente contra el tronco. Viendo esto, el “bobo” preguntó:
-Sólo por curiosidad, ¿qué estás haciendo?
-Estoy escuchando la música del árbol, respondió el otro.
-Vamos, vamos. Tienes que estar bromeando…
-Por supuesto que no. ¿Quieres escuchar?
No pudiendo más con su curiosidad, el tuxpeño asiente…
Colocó sus brazos alrededor del tronco y acercó su oreja. Con esto, el otro le puso un par de esposas, le quitó la billetera, los anillos, su reloj, las llaves del auto y finalmente le quitó toda la ropa, y se fue corriendo.
Dos horas después, (ya saben cómo somos los tuxpeños, ¡donde quiera te los encuentras!), apareció Mariano y vio al paisano desnudo, esposado al árbol, y le preguntó:
-¿Qué te pasó?
El paisano le contó la terrible historia de cómo y porqué se encontraba allí. Cuando terminó de contarle lo sucedido, el otro movió la cabeza en señal de comprensión, caminó hasta quedar detrás de él, lo besó suavemente en la oreja y le dijo:
-De veras que este no es tu día, cositaaaa!…