
El 24 de octubre de 1984, el Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (PEMEX) aprobó, en sesión formal, la enajenación a título gratuito de un inmueble en la Isla Potreros, ubicado en el municipio de Tuxpan, Veracruz, en favor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El acuerdo tuvo como propósito destinar dicho terreno a la construcción de una planta generadora de energía eléctrica, infraestructura que con el tiempo se consolidó como la Central Termoeléctrica “Adolfo López Mateos”, uno de los pilares energéticos más importantes de la región norte de Veracruz.
PEMEX justificó la cesión señalando que el inmueble “no era de utilidad para los fines de la empresa ni en el presente ni en un futuro previsible”, abriendo así paso a un proyecto estratégico que transformó la dinámica industrial de Tuxpan y fortaleció su papel como centro energético del Golfo de México.
A partir de entonces, la planta termoeléctrica ha sido referente nacional en la generación eléctrica con base en combustibles fósiles, y su presencia marcó un punto de inflexión en el desarrollo urbano e industrial del puerto tuxpeño.
📘 Fuente: Archivo histórico de PEMEX, acta de sesión del Consejo de Administración, 24 de octubre de 1984.