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Cada 8 de noviembre, el silencio del Panteón Galeana en Tuxpan, Veracruz, guarda un suspiro que no se olvida. Es la fecha en que dos jóvenes, Mercedes Lazo y César Basáñez, sellaron su amor con una tragedia que conmovió a toda la villa a finales del siglo XIX.
💐 Amor prohibido y destino fatal
Mercedes, nacida el 11 de septiembre de 1879, era una joven de familia reconocida por su belleza y su carácter dulce. César, nacido el 19 de noviembre de 1875, era un joven tuxpeño apasionado, de buen porte y espíritu romántico. Ambos se amaban profundamente, pero sus familias —dicen las crónicas— se oponían al noviazgo, quizá por diferencias sociales o antiguas rencillas.
Aquel 8 de noviembre de 1897, incapaces de soportar la separación, ella bebió veneno en un acto desesperado. Al enterarse, César corrió a verla, pero ya era tarde. Esa misma noche, se ahorcó, dejando una carta que, según la tradición oral, decía:
“No puedo vivir sin ella. Que me entierren a su lado.”
⚰️ Las tumbas gemelas del Panteón Galeana
Sus cuerpos fueron sepultados juntos, como lo pidió César. Las lápidas —dos cruces gemelas de piedra— conservan sus nombres y las fechas que marcaron su historia:
Mercedes Lazo (11-IX-1879 – 8-XI-1897)
César Basáñez (19-XI-1875 – 8-XI-1897)
Desde entonces, los visitantes del Panteón Galeana suelen detenerse ante esas tumbas, cubiertas por las flores que nunca faltan en Día de Muertos. Algunos tuxpeños aseguran que, en las noches tranquilas de noviembre, se escucha el leve murmullo de dos voces que se buscan entre los árboles.
🕯️ Memoria viva del amor tuxpeño
La historia de Mercedes y César trascendió el tiempo, convirtiéndose en una de las efemérides más románticas y trágicas de Tuxpan. Más de un siglo después, su amor sigue siendo recordado como símbolo de fidelidad y entrega, de esos amores que ni la muerte logra separar.
En el corazón de Tuxpan, entre flores y silencios, los enamorados del 8 de noviembre aún se aman… eternamente.



