
El 7 de noviembre de 1949 se estrenó la segunda versión de La Mujer del Puerto, una de las películas más emblemáticas del cine de oro mexicano, filmada parcialmente en los puertos de Veracruz y Tuxpan. Su estreno marcó el regreso de una historia trágica que, más allá del melodrama, retrató la vida portuaria, el olor a mar y la dureza de la existencia en el Golfo de México.
Dirigida por Emilio Gómez Muriel y protagonizada por María Antonieta Pons, Víctor Junco y Armando Calvo, la cinta retomó el argumento clásico de la versión original de 1934 de Arcady Boytler, basada a su vez en el cuento “Le Port” de Guy de Maupassant, trasladado al contexto mexicano. La película narra la historia de Rosario, una joven marcada por la tragedia que encuentra en el puerto tanto su perdición como su destino.
🌊 Los puertos del Golfo como escenario
En esta segunda versión, los directores buscaron darle al relato una atmósfera más realista. Por ello, eligieron filmar en locaciones naturales del Golfo de México, combinando escenas rodadas en el puerto de Veracruz —con su muelle, cantinas y calles húmedas— y otras en Tuxpan, cuyo río y entorno fluvial ofrecían una belleza melancólica ideal para la historia.
Los paisajes tuxpeños aportaron una luz distinta al relato: las tardes nubladas del río, los barcos anclados entre la niebla y las faenas de pescadores dieron autenticidad y dramatismo visual. El contraste entre el mar abierto y el río manso reforzaba la tensión entre el destino inevitable y la búsqueda de redención que vive la protagonista.
🎥 Una joya del realismo mexicano
La película fue reconocida por su fotografía de alto contraste y su tratamiento poético del entorno portuario. La cámara se detiene en los detalles cotidianos: los reflejos del agua, las sombras de los muelles, el vaivén de las embarcaciones. En ese sentido, La Mujer del Puerto de 1949 es también un documento visual del Veracruz y Tuxpan de mediados del siglo XX, capturando un México que vivía entre la modernidad y la nostalgia.
El film fue alabado por su capacidad de mezclar la sensualidad caribeña de María Antonieta Pons con el fatalismo trágico del personaje, convirtiendo la historia en una especie de tango visual del destino.
🕯 Legado de una historia inmortal
Con el paso de las décadas, La Mujer del Puerto se consolidó como una obra inmortal del cine mexicano, no solo por su narrativa intensa, sino porque dio a los puertos de Veracruz y Tuxpan un lugar dentro del imaginario cinematográfico nacional.
Hoy, al recorrer los muelles tuxpeños, aún parece escucharse el eco de aquella historia de amor y condena que el cine inmortalizó en 1949. Y es que, más allá del celuloide, La Mujer del Puerto es también un homenaje a la vida ribereña del Golfo: al rumor del río, al aroma del salitre y a la eterna lucha entre el destino y el deseo.
📅 Efeméride tuxpeña del 7 de noviembre de 1949 — cuando Tuxpan y Veracruz se convirtieron en protagonistas del cine de oro mexicano.






