El 27 de noviembre de 1915 nació en Tuxpan, Veracruz, Facundo Nolasco García, quien con el tiempo se convertiría en uno de los esquiferos más reconocidos del río Tuxpan, un oficio que fue fundamental para la vida social, comercial y espiritual de la ciudad durante buena parte del siglo XX.

Su nacimiento está documentado en el Registro Nº 853 del Libro Sacramental de Bautismos de la Parroquia de Santa María de la Asunción, fechado el 6 de octubre de 1916, donde se consigna:

“…bauticé solemnemente a un niño que nació el 27 de Noviembre de mil novecientos quince… a quien puse por nombre Facundo… hijo legítimo de Florentino Nolasco y Mohedano y Nieves García…”

Este documento confirma, con valor histórico y archivístico, la fecha exacta de nacimiento del personaje.


La vida en el río

Facundo Nolasco creció junto al agua. Desde muy joven se incorporó al gremio de esquiferos, desarrollando una habilidad excepcional para navegar y dominar la corriente del Tuxpan en los tiempos en que el río era —literalmente— la arteria principal de comunicación.

Trasladó personas, víveres, religiosos, periodistas, trabajadores portuarios, familias enteras; fue testigo silencioso de miles de historias urbanas que pasaban sobre sus manos, sus remos y su embarcación. Con el tiempo, se convirtió en presidente de la Unión de Esquiferos, siendo voz y representación de uno de los oficios tradicionalmente tuxpeños.


Fe, trabajo y tradición

Cada año, Facundo tenía un papel esencial en una de las tradiciones más profundas de la ciudad:
la organización del traslado fluvial para la Peregrinación Guadalupana del 12 de diciembre, un evento que llenaba el río de canoas, fe y homenajes marianos.
Su actividad contribuyó además a la continuidad de las regatas de esquifes, en las que compitió y venció en más de una ocasión.


Un representante de la cultura tuxpeña

Su vida simboliza mucho más que un oficio:
Facundo representa una identidad ribereña, un modo de vivir en relación íntima con el río, con la comunidad y con una forma de trabajo ya casi desaparecida.

Hoy, al recordarlo como efeméride del 27 de noviembre, no solo celebramos su nacimiento —celebramos también la memoria colectiva de Tuxpan: marítima, trabajadora, humilde y orgullosa de su raíz fluvial.


Fuentes y validación histórica

  • Acta de Bautismo Nº 853, Parroquia de Santa María de la Asunción de Tuxpan, Veracruz (1916).
  • Archivo sacramental digitalizado (fotografía original del libro parroquial).

El día que remó para Fidel Castro

Esta parte es una joya histórica que mucha gente en Tuxpan desconoce:

Cuando Fidel Castro estuvo en Tuxpan antes de la partida del yate Granma, necesitaba realizar una llamada a Cuba. En aquellos años, el servicio telefónico confiable para llamadas internacionales no estaba disponible en el centro de Tuxpan —pero sí en instalaciones de La Barra, en la boca del río.

¿Quién lo llevó?
Facundo Nolasco.

En silencio, como si fuera un traslado cotidiano, Facundo remó llevando a Castro en su lancha hasta La Barra, lo esperó mientras hacía la llamada y luego lo trajo de regreso a Santiago de la Peña, donde se encontraba el cuartel de preparación del grupo.

Lo más sorprendente:

Castro le pidió que fuera maquinista del yate Granma para la travesía a Cuba.
Facundo casi acepta… pero su esposa no se lo permitió. -¿Qué vas a dónde?

Si eso hubiera ocurrido, un tuxpeño habría desembarcado en Las Coloradas el 2 de diciembre de 1956 junto con los expedicionarios.

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