
Una placa frente a la escuela Benito Juárez recuerda a un joven tuxpeño desaparecido en 1968
El 18 de noviembre de 2006, Tuxpan vivió un acto de profunda dignidad histórica: la colocación de una placa conmemorativa en honor a Roque Reyes García, estudiante tuxpeño desaparecido durante los hechos derivados del movimiento estudiantil de 1968. El memorial se instaló en la calle Aquiles Serdán, justo frente a la escuela primaria Benito Juárez, en el corazón de la ciudad.
📚 ¿Quién fue Roque Reyes García?
Roque Reyes García nació y creció en Tuxpan. Más tarde se trasladó a la Ciudad de México para estudiar Derecho, integrándose al ambiente universitario en un momento de enorme efervescencia social.
Como miles de jóvenes de su generación, se sumó a las movilizaciones que exigían libertades democráticas, alto a la represión y respeto a los derechos estudiantiles.
Su nombre forma parte de la larga lista de jóvenes que desaparecieron en el contexto del movimiento del 68. Desde entonces, su paradero nunca se esclareció y su familia, durante décadas, mantuvo viva su memoria.
🏫 El sentido de un homenaje
La ceremonia del 18 de noviembre de 2006 no fue solo un acto simbólico: fue una forma de restaurar una ausencia, de recordarle a la ciudad que uno de sus hijos formó parte de un capítulo crucial de la historia moderna de México.
La placa con su nombre funciona como un recordatorio silencioso de lo que puede ocurrir cuando un país decide ignorar la voz de sus jóvenes. En cada generación de estudiantes que pasa frente a la escuela Benito Juárez, la memoria de Roque sigue interpelando:
- la importancia de la justicia
- la defensa de los derechos humanos
- la necesidad de preservar la memoria histórica para evitar repetir las tragedias del pasado
🕯️ Un legado que sigue vivo
A casi dos décadas de aquella colocación, la placa continúa siendo un punto de encuentro para familiares, docentes, cronistas y habitantes que no quieren permitir que el olvido borre lo que significó el 68 para México y para Tuxpan.
Roque Reyes García permanece como símbolo de una generación que pagó con su vida y su libertad la búsqueda de un país más justo.
Y cada 18 de noviembre, su nombre vuelve a resonar en las calles donde alguna vez caminó.






