¡YA FALTA POCO PARA QUE SE VAYA CHABELO DE CAEV!
Día(s)
:
Hora(s)
:
Minuto(s)
:
Segundo(s)
Del universo de candidatos que tuvimos en la elección del 6 de Junio, Arturo Esquitin trabajó incansablemente en todas las comunidades, estaba sumamente seguro de obtener la victoria y ser presidente de Tuxpan, según su equipo y unas encuestas que le entregaron iba aventajado el 36% ante los demás contrincantes.
Antier en la tarde comenzaron a llegar mensajes a mi celular, algunos en INBOX, otros en Whatsapp en donde los empleados (al rededor de 25) pedían que asistiéramos a un plantón que iban a organizar frente a la casa de campaña de Redes Sociales Progresistas por el motivo de que el candidato no les había pagado la suma de $1,500 pesos a cada uno por los servicios.
Convocaron al día de ayer a las 6 de la tarde. Como les di el día a mis empleados precisamente porque trabajaron el domingo desde muy temprano y hasta ya tarde, asistí a la invitación ya que para nosotros como medio de comunicación las denuncias ciudadanas se atienden de una forma u otra, en algunos casos mediando con las autoridades y en otras (donde no se puede mediar) informando sobre las diversas situaciones.
Al llegar e iniciar la transmisión y a sabiendas del problema, nunca mencioné que Esquitin no les había pagado a sus funcionarios de casilla, cuando al verme se abalanzó sobre mi y a pesar de que le dije que estaba «en vivo» me dio unas palmadas en la espalda bastante fuertes mientras balbuceaba que si les iba a pagar.
Considerando su amistad pensé que sería una persona más ecuánime, pero resultó un bribón más de esos que se cuelan en las candidaturas y chapulinean hasta conseguir sus propósitos.
En fin. Caras vemos, mañas no sabemos. ¡Que bueno que no ganó la elección! Si se atreve a golpear a un reportero básicamente por nada, imagínense su reacción a la crítica ya con el poder. ¡Ni José Manuel Pozos se atrevió a tanto! Al contrario, en algunos eventos de CANACO donde hablamos frente a frente siempre mantuvimos el respeto y nos dijimos lo que pensamos, sin llegar a la impotencia que siempre termina en golpes.
No queda más que realizar la denuncia correspondiente en la Fiscalía Especializada en Delitos contra Periodistas. Algunos me preguntaron el porque no respondí a los golpes, y la verdad es que no vale la pena pelearse por algo tan simple.
Como reportero he sabido entender que siempre uno está en riesgo porque en los conflictos de cualquier índole, hay un afectado y un agresor, o un inocente y un culpable, y los culpables siempre tienden a agredirnos o a intentar que no recabemos la información que día a día les entregamos en nuestras notas.
Según los empleados, solamente les pagó $400 pesos de lo que les había prometido.
¡Un saludo a todos! ¡Seguiré avanzando e innovando!