¿Amistad o Rendición de Cuentas? El Enigma Tras la Reunión entre la Fiscal General y la Alcaldesa de Tamiahua
En un encuentro de alto calibre político, la Fiscal General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, se reunió en la ciudad de Xalapa con la Presidente Municipal de Tamiahua, Linda Guadalupe Rodríguez Torres. El motivo, según el comunicado oficial, fue fortalecer la colaboración y coordinación de acciones en el municipio.
Rodríguez Torres no escatimó en agradecimientos hacia la Fiscal, resaltando la apertura al diálogo y el compromiso con la población de Tamiahua y la región. «Hay certeza y confianza en la actuación del organismo autónomo», afirmó la presidente municipal, sellando así la colaboración entre ambos entes gubernamentales.
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Sin embargo, más allá de las formalidades y los elogios mutuos, surgen interrogantes incisivos sobre la verdadera naturaleza de esta reunión. ¿Qué tanto puede influir la Fiscal General en un municipio que, según las estadísticas, registra apenas un asesinato por año, si acaso?
La duda persiste, y es que, al revisar la situación fiscal de Tamiahua, encontramos la punta del iceberg de lo que podría convertirse en una de las administraciones más corruptas de la historia de esta villa. El dictamen de la cuenta pública del año 2022, firmado el 30 de octubre de 2023 por la Comisión Permanente de Vigilancia y publicado en la Gaceta Legislativa #109, revela irregularidades y posiblemente un daño patrimonial.
Tamiahua, con un monto cuestionable de $15,038,576.42 pesos, no ha logrado demostrar en qué se gastaron estos recursos. ¿Será que la presidenta municipal espera que la amistad con la Fiscal General sea un salvoconducto para evitar la aplicación de la ley? ¿Acaso confía en que el flagelo de la corrupción que emana del ayuntamiento, posiblemente vinculada a su concubino Ernesto Lara, pasará desapercibido ante los ojos vigilantes del ORFIS?
En mi opinión, las dudas persisten y la ciudadanía se cuestiona si esta reunión es un genuino esfuerzo por fortalecer la justicia y la transparencia o simplemente una artimaña para protegerse mutuamente de las posibles consecuencias legales. En un municipio donde «casi no pasa nada» como se menciona, este encuentro genera más interrogantes que respuestas, dejando a la opinión pública a la espera de acciones tangibles que respalden la lucha contra la corrupción y la impunidad en Tamiahua.
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