Tuxpan, Ver.- Desde hace un mes los ediles tuxpeños están pidiendo a la administración del profesor Pozos Castro que haga transparente la información financiera de las dos tienditas que deberían de usarse de caja chica en el parque ribereño y en la unidad deportiva.

En el debate el tesorero Pepe Flores aseguró que está llevando los dos frentes con las tienditas del horror, pero al parecer ni siquiera lo han visto, ¿a poco en un mes no han podido arreglar la situación de estas tienditas? Porque a un mes de que se destapara esta cloaca –nadie sabe en el ayuntamiento quien está “rentando” o “manejando” estos espacios, más que el corrupto del profesor Pozos Castro– la mayoría de los regidores alegan que las tienditas dejan recursos, y que pueden incluso mantener facilmente al ribereño y a la unidad.

Juan Gómez opinó que en vez de concesionarlas, el ayuntamiento debería de administrarlas, cosa que apoyó la regidora del Maryanela Monroy quien además dejo en entrever que en administraciones anteriores el DIF municipal manejaba esta tiendita del parque ribereño, que dejaba mucho dinero, y que con esos recursos mantenían incluso cierta infraestructura en las estancias infantiles y de los de la tercera edad, sin embargo en esta administración el DIF niega tener algo que ver con estas tienditas -consta en registros de transparencia.

Multillantas

En esta misma sesión el presidente profesor dijo que la persona que estaba atendiendo la tiendita del ribereño mejor se rajó y que le fue a entregar las llaves -como si el inmueble fuera de él- y por el otro lado el super atleta Manuel Cortina Martínez, director del COMUDE aceptó en una respuesta que consta en nuestros registros de transparencia que al inicio de la gestión y para optimizar el servicio que brinda la Unidad Deportiva, dispuso a personal encargado de la taquilla de la alberca para que se hiciera cargo de la tienda comercial, y que lleva funcionando desde que se inauguró la unidad deportiva hace al menos 50 años. Dice que los ingresos mensuales de dicha tienda son destinados a cubrir los gastos del mantenimiento en general de la propia unidad deportiva.

Por un lado vemos como se tratan de aprovechar de unas tienditas -que en realidad no son tanta cosa- para realizar negocios particulares, porque el tema es que no quieren transparentar los ingresos, ya sea de renta del inmueble en el caso del ribereño o de ingresos en el caso de la unidad deportiva. 

Terminó el presidente municipal con la cantaleta de que «finalmente se resuelva esto la semana que entra», cuando en realidad es él quien no quiere resolverlo, porque no le ha de convenir. Al final todo el cuerpo edilicio votó a favor de esta resolución, así que Pozos Castro tendrá que arreglar la corrupción que hay en esos dos puntos de venta, donde según él está seguro de que todo el ingreso es utilizado para el bien de los inmuebles, pero no quiere transparentarlo… ¿o no puede? ¿Usted qué opina?