Nuestro lenguaje: definición de la palabra PUTA
¡YA FALTA POCO PARA QUE SE VAYA CHABELO DE CAEV!
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El siguiente texto puede contener una o varias palabras consideradas altisonantes. Si usted es ultrasensible al leer determinados textos asociados en la REALIDAD, por favor NO LEA ESTE TEXTO. Recuerde que esta no es una revista “Cómoda”. Lo que intentamos hacer es darle a nuestros lectores ese pequeño enfoque de cultura general.
PUTA: esta palabra, equivalente en español, gallego, catalán y portugués, se repite con ligeras variantes en otras lenguas nacionales latinas –putain en francés, puttana en italiano-, aunque no en rumano (curva).
El origen considerado más probable es el bajo latín italiano putto (muchacha o muchacho), proveniente del latín clásico putus (niña o niño). En el portugués de Portugal (no en el de Brasil), puto mantiene hasta hoy el significado de “muchacho”, sin connotación sexual alguna, mientras que en muchos países hispanoamericanos esta forma masculina se aplica despectivamente a los hombres homosexuales.
Otros etimólogos, como Foster, Gamillscheg y Bloch, citados por Corominas, apuntan al latín putida, femenino de putidus (hediondo), como alusión a las prostitutas sucias y malolientes.
En algunos lugares de España surgió en el siglo XV la exclamación ¡pucha!, como manera rehuir el uso de una palabra considerada muy malsonante, y en algunos autores, como Lucas Fernandez y Lope de Vega, aparece la expresión hi de pucha, forma mitigada del hideputa pronunciado por el Lazarillo de Tormes.