Un Artista en Tuxpan

A Tuxpan vino un turista
Dispuesto a dibujar,
Traía bien puesta la vista
En el Río y en el Mar
Con mil pinceles el artista
¡Quiso un cuadro colorear!

Se fue primero al Río
Después visitó al Mar
Pero una especie de hastío
Lo empezó a domeñar,
¡Le faltaba el colorido
Que acostumbraba plasmar!

Pero ¿Cómo?, si había oído
De un río cristalino,
De un vergel umbroso,
De un oleaje alabastrino
Cantarino y cadencioso

¡Y encuentra un Río invadido,
Con drenajes contagiosos,
Un mar muy comprometido
Con artefactos oleosos;
Humo, chimeneas, desafío
Y un ambiente riesgoso!

Buscó respuesta a lo que veía
Cuestionando al pescador
Y el artista sólo oía:
«Discúlpeme Usted Señor
Dicen que es tecnología
Pá que vivamos mejor»

Oiga ¿Y si han visto resultados?
«Pues creo que sí: Hoy agarramos
Peces muertos y otros atarantados;
Fíjese que tiene tiempo
Que casi no atarrayamos»

Después se fue a interrogar
A otros «más enterados»,
Nadie supo la verdad
Concretándose a aseverar
Que son programas probados
Por bien de la humanidad

El artista tomó lienzo
Pintura oscura y pincel
Y con sapiencia en el trazo
Dibujó lo que veía él:
«Un Río y un Mar en el ocaso sin sol,
Sin luna, sin vergel»

En el cuadro plasmó frío
Allá no puso calor
Ni un ápice de rocío
Ni una brizna de amor

La maleza era incierta
Con un cielo en el olvido,
La fauna yacía muerta
¡Y un Hombre arrepentido!

Luego se puso a atisbar
En actitud displicente:
Nosotros la Humanidad
Vivimos constantemente
Desdeñando la bondad
Zahiriendo a nuestra gente

«Elogiamos la maldad,
Criticamos la terneza,
Laceramos la lealtad,
Menguamos la verdad,
Cambiamos la naturaleza»

Una plegaria hacia el cielo
Dirigió el noble pintor
Diciéndose en sus adentros
Perdónanos gran señor
Por «sí saber» lo que hacemos

Entonces el gran artista
Cual quijote o buen bardo
Dirigiese río arriba
Llevando un sabor amargo
Deseando encontrar más vida
¡Para lograr aquel cuadro!