La gente mira con recelo y sospecha al nepotismo. En otras palabras, la gente está harta de que lo que debía ser un lugar de trabajo se convierta en un espacio de intereses y conflictos familiares.
Frecuentemente, oímos que en cuestiones de política reina el nepotismo, una práctica entendida (según la Real Academia de la Lengua Española) como la “desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos”. Así, varias veces en nuestro país hemos escuchado que comportamientos nepotistas son la razón de ser del alto índice de corrupción e ineficiencia de nuestras entidades públicas.
Hoy el ojo del huracán del nepotismo estatal recae en la figura de Irma Yashira Isidro Reyes, Administradora del Hospital Civíl Emilio Alcázar. He aquí la información que recibimos en el buzón:
«Haciendo uso de que su poder cómo administradora ha hecho que renuncien tres personas. Apenas el sábado corrió a un jefe de servicio quitándole el contrato y dándoselo a personal de su preferencia, simplemente argumentando que ella puede poner o quitar a quien a ella se le antoje.
Es a tal grado su soberbia que mandó a cambiar las chapas de las oficinas. El Dr. Rogelio Vázquez Flores, director del hospital Civil Emilio Alcázar ha tenido problemas con ella por la forma que se comporta y dirige al personal a su cargo, dónde incluso ha desobedecido las contraordenes que el director le ha girado a ella por su egocentrismo.
Irma argumenta que está muy bien parada en Xalapa y que nadie le puede hacer nada. Dice que la diputada federal María Bertha Espinoza Segura es su madrina en el puesto y nadie le puede hacer nada (esto lo grita a los cuatro vientos) al último trabajador le quitó el contrato argumentando que ya SESVER no necesita de su servicios, esto lo hizo para meter como jefe del área de mantenimiento a su pareja dándole el contrato del otro trabajador a su amante el cual no trabajaba antes allí. El llegó el día lunes y fue presentado a los trabajadores de forma cínica ya que hay más de 60 empleados que son suplentes, los cuales llevan mínimo diez años trabajando en espera de un contrato u homologación, y ella cínicamente se los presenta como el nuevo jefe de servicio del área, pisoteando los escalafones de los trabajadores de suplencia.
A los suplentes les grita cuando hay la necesidad de que doblen turno, incluso los hace quedarse hasta tres turnos seguidos. A una jefa de servicio la humilló y le gritó delante de la gente a tal grado que la orilló a renunciar después de la humillación recibida»
El NEPOTISMO es un grave reflejo de corrupción que supuestamente quitaría el nuevo régimen Obradorista, sin embargo se ve como florece en varias direcciones estatales, en donde en vez de contratar especialistas para el ramo, colocan personal al puro estilo del «dedazo» que reinaba en la anarquía de los años 80’s cuando el priismo estaba en su apogeo.
El NEPOTISMO en las dependencias de gobierno siempre trae consecuencias negativas, ya que la mayoría de las personas que obtienen las direcciones debido a los dedazos pierden el piso, se piensan intocables cuando la realidad es que echan a perder el trabajo de todos, y por lo regular nunca saben nada sobre los puestos que les designaron.
Lo correcto es que el gobierno contratara para todas las dependencias especialistas en el ramo, estudiados en las materias y tal vez, porque no, con experiencia en los trabajos que deben desarrollarse.
