MADRE SOLO HAY UNA
Miguel tuvo que buscar un departamento en Cerro Azul, ya que ingresó al TEC, y como ya saben, pues siempre un estudiante trata de economizar en TOOODOOO… Así que este muchacho tuvo la gran idea de compartir el Departamento con su compañerita nueva: KARLA.
Ante los ojos de la familia de Miguel, Karla y él solo compartían el departamento… nadie podía comprobar otra cosa.
Un día, Miguel invita a su madre a comer a su departamento.
Durante la comida la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Karla, la compañera de departamento de su hijo.
Se preguntó si “estarían acostándose”… Leyendo a su madre el pensamiento Miguel le dijo:
– Mamá, se lo que estás pensando, pero te aseguro que Karla y yo solo somos compañeros de departamento…
Aproximadamente una semana después, Karla le comento a Miguel que desde el día en que su madre vino a comer, no encontraba el cucharón grande de plata para servir las salsas.
Miguel contesto que, conociendo a su madre, le escribiría una nota y que la dejaría en un lugar visible en la casa…
Así que se sentó y escribió:
“Querida Mamá, no estoy diciendo que tú tomaste el cucharón de plata de servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que viniste a cenar a mi departamento. Con todo cariño Miguel”.
Unos días más tarde, sobre su escritorio, Miguel encontró una nota de su madre que decía:
“Querido hijo, no estoy diciendo que te acuestes con Karla o que no te acuestes con ella, pero el hecho es que si Karla se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir salsas, que yo puse bajo sus sabanas. Con todo cariño, ¡Tu Mamá!”…