Dos compadres se van de cacería y manejan por 50 kms de terracería y llegan a un rancho, donde se ponen a cazar durante 3 días. Pero la última noche se viene una lluvia bastante fuerte y abundante.
Al otro día tratan de regresarse pero por lo flojo del terreno no avanzan ni 100 mts y se atasca su 4×4 en el lodo.
Así dura lloviendo por 4 días más.
– Compadre ya son siete días metidos en este pinche rancho y no podemos salir.
– Pero por comida no paramos Compadre, tenemos venado, jabalí, etc., etc.
– Pos si compadre, pero no tenemos vieja ¡y yo ya no aguanto más!.
Agarra un lazo y se sale al campo; al poco rato regresa con una becerrita, la ata a un poste, le amarra bien las patas delanteras y traseras para que no lo patee y ¡¡sopas perico, que se la echa!!… Cuando termina le dice a su compadre:
– Órale compadre, ¡sigues tú!
Y contesta el otro:
– ESTA BIEN, ¡¡¡PERO A MÍ NO ME AMARRES!!!
