Va un chocoyo caminando por el centro de la ciudad y ve en un aparador unos zapatos que le gustan mucho. Entra a la tienda y le pregunta al vendedor:
-Oiga amigo, ¿Cuánto cuestan esos zapatos?
-Diez mil pesos –responde
-¡Cabrón! ¿Porque tan caros?
-Es que son de cocodrilo, señor…
Días después se encuentra a su paisano Emilio, y le dice:
Oye Emilio, tengo la manera de hacer un negociazo que nos hará ricos: Hay que vender zapatos de cocodrilo, ¡son carísimos!, pero nosotros los vamos a cazar en la laguna, para tener más ganancias…
-Me parece bien, Rafael… ¿Cuando empezamos?
-¡ahora mismo!
Y sin más se van a los manglares y empiezan a sacar cocodrilos a lo cabrón. Entonces le dice Emilio:
-¡Hombre! ¡Coño! ¿Ya cuantos cocodrilos llevamos?
-Llevamos ochenta. Ya nada más sacamos otros veinte y si ninguno sale con zapatos…
¡¡Pues ya nos damos por vencidos!! ¡¡CARAJO!!…