La venta de Andrés

Un vendedor estaba en su primer día de trabajo en una tienda de artículos variados. Cuando termina el día, su jefe le pregunta cómo le ha ido con las ventas, a lo que el noble vendedor responde: «Pues muy bien hice ¡Una sola venta!»

«¿Cómo? ¿Una sola venta? ¡Pero si el promedio de ventas es de 30 o 40 por día!»

«Sí, pero ¿Cuánto se vende en cada una? ¡La venta que logré fue de un millón de pesos!»

«¿un millón de pesos? ¿Y que vendió?»

«Bueno, mire… Resulta que primero le vendí un anzuelo chiquito, un anzuelo más grande y uno de ésos todos coloridos… pero le dije que tan buenos anzuelos merecían una caña buena… así que le vendí dos chicas y una enorme, también le vendí la carnada, y como todo eso no lo iba a podérselo llevar en la mano le vendí también una hermosa valija para los artículos de pesca. Luego le pregunté que si no era alérgico a las picaduras de tábanos o mosquitos, y por esta razón se llevó también un repelente para insectos y un Kit de Primeros Auxilios. Como estaba medio nublado, le dije que no se descuidara de la lluvia por lo que el hombre decidió comprar también un par de botas, un capuchón, un impermeable para lluvia y todo un conjunto. Nos pusimos a hablar y tampoco tenía linterna ni radio por lo que también se llevó todo eso… Poco después le pregunté qué dónde pescaba y me dijo que le gustaba la pesca de mar… y le ofrecí el bote con motor fuera de borda y con todo y remolque… que también compró…..Ya cuando se iba me dijo: ¡Pero este bote me va a rayar todo el auto! Además, si voy a entrar por terracería, mi carro no va a poder jalarlo. ¿Y si me atasco? ¡Entonces le ofrecí una Ford Audi Lobo en color rojo 4×4 que le encantó… como iba a estar en el bote y el auto le quedaba en el puerto le instalamos un equipo de seguridad de última generación… y como la pesca era mar adentro también decidió llevarse unas cuantas redes, aparte de un GPS (Sistema global de posición) porque no sabía gran cosa del mar. Como le advertí que es posible quedarse sin combustible en mar abierto, y que las corrientes podían llevárselo tan lejos que iba a perder de vista la costa para pedir ayuda, pues le ofrecí un sistema de radio de onda corta de los más modernos para poder mandar un SOS en caso necesario, y también lo compró…

El jefe atormentado le dijo: «¿Y todo eso se lo vendió porque vino a comprar un par de anzuelos?»

Y el vendedor, todo mosqueado, explica: «¿Anzuelos? No, el tipo vino a comprar toallas femeninas y entonces yo le dije: Ya que se te arruinó el fin de semana… ¿Por qué no te vas de pesca?»