La Gallina Tuxpeña
Chucho, un tuxpeño que siempre fue muy servicial y educado va caminando por la calle cuando de repente cae al suelo debido a un ataque al corazón y muere. Como toda buena persona, Chucho va al cielo.
Al llegar le abre la puerta San Pedro y le dice:
– ¡Bienvenido seas hijo!
Chucho le dice a San Pedro
–Oye Pachis, ¡yo no debería estar aquí todavía!.
Pregunta San Pedro: – ¿Por qué hijo mío? –
¡No estaba preparado! ¡Dejé a mi familia en mal estado!… y quisiera arreglar eso antes de venir y por lo tanto te pido que me dejes regresar a mi casa.
-Puedes regresar, pero únicamente convertido en un animal doméstico, ¡porque resulta que te cremaron!
Chucho se queda pensativo unos segundos y dice:
– Está bien, regresaré en forma de gallina, ya que en mi casa tengo muchas gallinas.
Llega a su casa convertido en una hermosa gallina de plumas blancas, ¡bien hermosa!; al caer en el gallinero las otras gallinas quedan asombradas y se le acercan formando una rueda, diciendo cosas muy bonitas de la gallina recién llegada. Como en todos los lugares, llega una gallina envidiosa que dice:
– Tienen razón, esta gallina es muy bonita, pero es muy probable que no pueda poner huevos.
Chucho queda asombrado en el momento en que todas las gallinas empiezan a gritar:
¡Que ponga un huevo! ¡Que ponga un huevo! ¡QUE PONGA UN HUEVO!…
Chucho asustado empieza a pujar hasta que de repente pone un huevo.
Todas las gallinas gritan: ¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro! ¡QUE PONGA OTRO!
Chucho, emocionado sigue pujando hasta poner otro huevo.
Las gallinas gritan nuevamente: ¡Que ponga otro! ¡Que ponga otro! ¡QUE PONGA OTRO!…
De repente, se escucha una voz en el cielo que le dice:
¡Chucho despierta! ¡Te estás cagando en la cama!