Tribunal Colegiado ordena la Liberación de Rogelio Franco
La justicia no siempre llega a tiempo, pero a veces lo hace con estruendo. El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito ha ordenado la inmediata liberación de Rogelio Franco Castán, exsecretario de Gobierno de Veracruz, quien llevaba más de tres años privado de su libertad por un proceso penal que hoy ha sido declarado insostenible.
La decisión judicial no solo anula la causa penal 296/2021 por el delito de violencia familiar, sino que echa por tierra el último de los procesos que mantenían al político tuxpeño tras las rejas. La resolución del Tribunal señala lo que parecía evidente desde hace tiempo: las pruebas en su contra eran insuficientes y las irregularidades en el proceso, abundantes.
Franco fue detenido en marzo de 2021, en pleno proceso electoral, bajo cargos que él y su partido, el PRD, denunciaron como fabricados. No eran pocos los que veían en su encarcelamiento una jugada política más que un acto de justicia. El entonces opositor incómodo al gobierno de Cuitláhuac García fue neutralizado judicialmente y, con ello, sacado de la contienda.
La anulación del proceso por parte del Tribunal Colegiado representa un revés jurídico para quienes utilizaron las instituciones judiciales como garrote político. El mensaje es claro: incluso en Veracruz, donde la justicia suele caminar con pies pesados, las arbitrariedades pueden corregirse. Tarde, sí. Pero pueden.
Ahora Franco Castán está en libertad. Pero la pregunta permanece: ¿quién le devuelve los años perdidos, los daños a su reputación y el costo político de una prisión que, según el propio Poder Judicial de la Federación, no tenía sustento?
El caso no es menor. Nos recuerda que en México la ley puede ser utilizada como instrumento de castigo selectivo. Y que, cuando el Estado de Derecho se desvanece, nadie está a salvo, ni siquiera quienes alguna vez lo gobernaron.
Porque justicia retardada, aunque bienvenida, también es justicia negada.
