El político tuxpeño Alberto Silva Ramos, exalcalde y figura central en la política local, ha dejado claro que está de vuelta en el juego. A través de una publicación en su perfil de Facebook, Silva anunció con entusiasmo su incorporación a una nueva encomienda en el Comité Estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en Veracruz. «Contento de aceptar una nueva encomienda en el Comité Estatal y muy agradecido por el respaldo rumbo al 2025 en Tuxpan», señaló, dejando entrever sus intenciones para los próximos comicios.
Este anuncio, que resuena como un grito de guerra política, marca el inicio de lo que podría considerarse una nueva era para el PVEM en Tuxpan, un municipio donde el partido ha sido históricamente irrelevante, pero que a partir del liderazgo de Silva Ramos, el Verde ha tenido buenos resultados, en realidad el Verde En Tuxpan es sinónimo de Beto Silva y ahora busca renovarse, con cambios estructurales en los comités directivos municipales, lo que, según sus palabras, busca «potencializar y renovar la fuerza del PVEM empezando por Tuxpan».
Dr. Miguel Alcántar Rodríguez
La intención de Silva Ramos de recuperar terreno político en Tuxpan no pasa desapercibida. En el trasfondo de este movimiento está su clara ambición de contender nuevamente por la presidencia municipal en las elecciones del 1 de junio de 2025. Para ello, parece estar «limpiando la casa». Según fuentes internas del PVEM, su estrategia incluye apartar a figuras que no aportan valor político al partido, una medida que algunos han descrito como «quitar la basura».
Uno de los nombres que resuena en esta operación de reestructuración es el del «Chato» López, señalado como probable encargado de liderar esta nueva etapa del partido en Tuxpan. López, una figura conocida por su cercanía con Silva Ramos, podría ser el puente entre la vieja guardia y la nueva generación de verdes en el municipio.
El Camino al 2025
No es un secreto que Silva Ramos quiere recuperar el poder en Tuxpan. Su regreso a la política activa y su nuevo rol en el Comité Estatal del PVEM son pasos calculados hacia una candidatura que, de concretarse, marcaría un regreso triunfal a la escena municipal. Sin embargo, el camino no será fácil. Con una oposición fragmentada pero aún relevante, el éxito de Silva dependerá no solo de su capacidad de reorganizar el PVEM, sino también de generar confianza en un electorado que lo conoce tanto por sus éxitos como por sus controversias.
Además, esta reestructuración plantea preguntas sobre el futuro del PVEM en Veracruz. ¿Será capaz Silva Ramos de transformar al Verde en una fuerza política relevante en Tuxpan y en otros municipios del estado? O, como ha sucedido en el pasado, ¿será esta una estrategia efímera que se desmorona ante las dinámicas políticas locales?
En mi opinión, el anuncio de Alberto Silva Ramos y su cercanía con el liderazgo estatal del PVEM indican que está dispuesto a jugar con todo para posicionarse como una opción sólida en 2025. Sin embargo, el tiempo dirá si su estrategia será suficiente para revitalizar al Partido Verde en Tuxpan o si simplemente será otro intento fallido en la compleja política veracruzana. Una cosa es segura: el 2025 está más cerca de lo que parece, y el tablero político tuxpeño ya comienza a moverse.
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